Wingardium Leviosa [Romione]

Padres

#Semanadeespeciales3

Pedido de TamiPotterhead2005.
***

Portavoz: Hermione.

Estaba en el Ministerio, en medio de una reunión con los centauros, cuando sentí un fuerte mareo que casi me hace caer.

Firenze, uno de los amigos de Harry en Hogwarts, me ayudó a sentarme.

-Cuidado, Señora Ministra, no queremos que su esposo nos acuse de intentar matarla.-Comentó intentando hacerme reír.

Sonreí.

Pero no podía ver nada, todo estaba oscuro... Y mi cabeza iba a caerse...

-Señores, mi secretaria Ethel se ocupará de presentarles los objetivos.-Dije.-Discúlpenme, pero me siento muy mal. Me retiro, con su permiso.

Los centauros no dijeron nada.

Ethel, que estaba allí, se acercó a ayudarme.

-¿Dónde quiere ir?-Preguntó.

-A la oficina de Ron, por favor.-Dije.

Ethel me ayudó a caminar unos pasos hacia la oficina de mi esposo.

-¿Estará bien?-Preguntó con preocupación.

-Sí. Tú ocúpate de que los centauros se vayan conformes.

Abrí la puerta sin preguntar.

-¡Herms, qué agradable sorpre...!

Me senté en uno de los sofás bajitos de la oficina de Ron y cerré los ojos.

-Ron...-Dije.-Necesito que me hagas un favor.

-¿Te encuentras bien?-Preguntó.

Se acercó a mí y me apoyó los labios en la frente.

-Estás ardiendo.

-Encima que me siento mal haces bromas.

-No es broma.-Dijo Ron preocupado.-Tienes fiebre. Tengo que llevarte a casa ahora.

-No es necesario...-Protesté.-Solamente...

Pero no acabé mi oración. Me desmayé.

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Cuando abrí los ojos, estaba en mi habitación, en la casa que Ron y yo compartíamos.

¡Ron!

Lo llamé en voz alta, pero no pude gritar por más que lo intenté. Solamente conseguí un débil gemido.

-Ron...

Sin embargo, él me oyó a la perfección porque entró corriendo al cuarto.

-Cariño... ¿Cómo estás?

Cerré los ojos.

-No muy bien.

Ron se sentó a mi lado y me besó la frente.

-Al menos ya no tienes fiebre.

Me abrazó. Su perfume me rodeó y me quedé en un estado de ensoñación que no era habitual en mí.

-Ron... Necesito que vayas a la farmacia muggle...

-¿Para qué?

Suspiré.

-Hazlo y ya. Ten, aquí...-Saqué un papel de mi mesa de noche y una pluma y escribí algo.-...Esto es lo que debes pedirle a la dependienta. Regresa en cuanto lo tengas.