Capítulo 20

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La sonrisa que Maite puso al oír a su hija fue mucho más grande que las demás, Livia se sentía feliz al ver que ella se estaba recuperando y luego de un rato se fue a su casa a descansar, muy tranquila y segura de que todo estaría bien.

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Anahí: ¿Dónde está Livia?

Chris: ¡Como si no lo supieras! Está en el hospital con Maite, como siempre.

Anahí: ¡Cómo no me sorprende! ¿Esa niña se olvidó que tiene una casa o qué? Creo que deberíamos ir a buscarla.

Chris: ¡Anahí por Dios! ¡Es su madre y lo sabes! Es su instinto de hija y sólo quiere cuidarla.

Anahí: ¡Livia ni siquiera sueña que esa mujer es su madre! ¡Y no vuelvas a repetirlo en esta casa, te lo prohíbo!

Chris: ¡Vaya! ¿Ahora me prohíbes decir la verdad?

Anahí: Simplemente no lo digas, no en esta casa Christian, Livi puede llegar y oírte y de ninguna manera debe oír eso.

Livia: ¿qué es lo que no debo oír mamá? –Dijo ella, quien apenas venía entrando, Anahí se exaltó y optó por evadir la pregunta con otra.

Anahí: ¡Hasta que recuerdas que esta es tu casa! ¿Dónde estabas niña?

Livia: En el hospital con Maite, ¿Qué es lo que no puedo oír?

Anahí: Nada importante, hija, ¿Cómo está Maite?

Ella sabía que le estaban ocultando algo, pero ella sabía (o al menos era lo que ella creía) que si lo hacían era por su propio bien, así que evitó la curiosidad.

Livia: Gracias a Dios por fin está evolucionando, hoy reaccionó, no habló ni abrió sus ojitos pero pudo comunicarse a través de algunos gestos conmigo y con William, y dijeron que el riesgo de que quedara en estado vegetativo está descartado.

Chris: Me da mucho gusto princesa.

Anahí: ¿Entonces no se va a morir? –dijo Anahí, bastante desanimada.

Livia: No lo creo Mamá, estoy segura de que Maite tiene toda una vida por delante.

Anahí: Bueno ya, ve a tomar una ducha y luego cenamos, te esperamos en la mesa asi que no te tardes.

Livia: De acuerdo, con permiso,

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Dul: Me siento tan aliviada de que mi hermanita ya esté bien.

Will: todos lo estamos, y por lo que veo en unos pocos días estará totalmente recuperada.

Dul: ¿Puedo verla?

Will: ¿Usted es familiar? –Dijo bromeando, ambos rieron –claro que puedes cuñadita, adelante.

Dul: -entra a la habitación y se acerca a Maite –Hola hermanita linda, soy Dul, no tienes idea de lo feliz que estoy de saber que te estás recuperando y que saldrás de tu profundo sueño muy pronto, Livita salió de aquí saltando de la alegría, ella estuvo todos los días aquí esperando a que reacciones, también se alegró muchísimo al saber que estás bien, ¿ves? Aún sin saberlo, ella es una hija maravillosa. –Maite sonríe -¿recuerdas lo que pasó? Saltaste frente a un carro por salvarle la vida a Livia, le diste la vida por partida doble hermanita, pero tienes que recuperarte del todo mi guerrera, eso la haría aún más feliz, te quiere demasiado.

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Estef: Poncho, pienso regresar a México.

Poncho: ¿y eso?

Estef: Si, siento que aquí salgo sobrando, con el accidente de Maite se ha pospuesto la boda y por lo que veo tú te quedarás aquí pendiente de tu prima, así que lo mejor es que vuelva a México yo sola.

Poncho: ¿Me dejarás aquí, solo?

Estef: Poncho, seamos honestos, tú no me necesitas para nada, no vamos a ningún lado, yo no significo la gran cosa para ti y ambos lo sabemos, y últimamente tú tampoco para mí, creo que lo mejor será ir cada cual por su lado.

Él sabía que ella tenía razón, su cabeza era sólo Anahí, Maite, Anahí, Maite, todo el tiempo. Su relación no era más que costumbre.

Poncho: Creo que tienes toda la razón, pero entonces, ¿amigos?

Estef: Por supuesto que si –dijo y lo abrazó.

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Suena en el celular de Livia un número de alguien llamado Pablo y ella atiende.

Livia: ¡Hola mi amor!

Pablo: Hola mi princesa, ¿Cómo estás?

Livia: Muy bieeen, muy feliz, Maite se está recuperando y tengo una buena nota en la universidad, ¡este día está siendo increíble! Sólo faltas tú para completar mi alegría.

Pablo: Ah pues eso no es ningún problema, podemos ir a cenar juntos, ¿Qué dices?

Livia: quedé de cenar con mis papas, y creo que tienen algo importante que decirme, pero podemos salir a tomar algo después si quieres.

Pablo: De acuerdo, te paso a buscar más tarde, te amo.

Livia: yo también te amo.

Christian: -entrando en la habitación -¿con quién hablas?

Livia: Con nadie –cuelga -¿Qué es lo que querían decirme?

Christian: vamos al comedor.

Una vez en el comedor, Livia estaba ya ansiosa por saber qué era lo que estaba pasando, no sabía si era bueno o malo, lo único que sabía es que quería saberlo ya mismo.

Livia: ¿¿Y entonces??

Any: -suspira –hija, tu papá y yo tomamos una decisión muy difícil, y queremos que lo sepas.

Livia: ¿Que sepa qué mamá? ¿Acaso nos vamos a mudar de nuevo?

Chris: No Livi, lo que pasa es que Anahí y yo nos vamos a divorciar.

Livia: ¡¿Cómo?!

Mi tesoro [RBD].Where stories live. Discover now