Capítulo 5

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El restaurant de sushi quedaba a unas cuadras del departamento, por lo que decidí caminar. Amaba pasar por las tiendas, bares y restaurantes que al llegar la noche adoraban con guirnaldas y luces entretenidas el lugar, me dejaba una sensación increíble de satisfacción, el estar allí viviendo y pisando aquellas calles de Boston. Era casi como estar toda una tarde mirando Tumblr en frente tuyo. Entre tantos pasos y sentirme perdida entre la música y las luces, había llegado, cinco minutos antes para ser exacta. Observé con curiosidad el interior y mi acompañante no se veía. Volví a observar mi reloj para corroborar la hora.

— Mierda — grité y salté al momento de escuchar una sonora bocina. Dirigí mi mirada a los estacionamientos del lugar y Charlie estaba sentado en su Jeep, un Toyota Land Cruiser antiguo y muy bien mantenido.

Caminé haciendo hincapié en mi rostro de disgusto, podía ver como este se reía por lo que había ocurrido, una jodida risa encantadora, sus perfectos dientes blancos contrastado con los bronceados hoyuelos de su mejilla. Llegué a la puerta del conductor y sin pensarlo dos veces abrí la puerta de forma desafiante. Me encontré con Charlie vestido con una leñadora de colores rojos y negros que tapaban una apretada y ceñida polera blanca, wow.

— No es chistoso, me asustaste Larson — suavicé mi rostro acercándome a Charlie. Lo besé en su mejilla sin pudor alguno — lindo auto.

— Gracias, creo que lo quiero más que a mis padres — dijo riendo — lo siento por el susto, pero haber visto esa expresión no tiene precio.

Golpeé suavemente su fornido hombro mientras bajaba del auto, ambos caminamos hacia el restaurant como si no hubiera prisa.

— Yo también tenía un auto así de querido, no hay un día que no lo extrañe.

Una vez dentro, Charlie como siempre manteniendo su cordial distancia acomodó mi silla — que caballerosidad — pensé.

— ¿Me dejarás pagar la cuenta a medias no? — levanté mi ceja y siendo insistente por el tema que parecíamos haber ya acordado.

— Mmm...Bueno, pero con una condición — asentí para que Charlie continuara — no hablemos de trabajo hoy.

Su proposición me dejó conforme, hablar de trabajo con alguien que apenas estabas conociendo era sólo recordar que en un par de días y horas ya tendrías que estar de vuelta en la oficina, un tema tedioso y odioso. Mientras meditábamos nuestras opciones una gentil mesera de melena roja casi fosforescente se acercó a nosotros con seis de gyosas reposadas en soja. Dejó la bandeja en nuestra mesa y ambos la miramos con incertidumbre.

— Hoy hay gyosas gratis para parejas, felicidades. — las palabras no salieron, podría haber dicho hey no somos pareja, pero ninguno dijo nada, teníamos gyosas gratis y una chispa de emoción estallaba en mi mente.

— Bueno, gracias — susurré mientras la chica se alejaba. Vi como Charlie se dirigía a tomar la primera gyosa, lo miré por unos instantes — es genial ser tu novia de mentira por esta noche. ¡Comida gratis!

Charlie se rió, tomo una gyosa con los palitos chinos y se dirigió a mi boca, intenté negarme a recibirla, pero cedí. Estaba comiendo de la gyosa que Charlie Larson había dado en mi boca, segundos después, habló — esto es lo que hacen los novios, no tendrías que haberte hecho de rogar tanto. Podrían descubrir nuestra farsa.

Entre risas elegimos nuestro pedido y la conversación comenzó a fluir, los gustos en comida eran el primer paso, habíamos encontrado nuestra primera cosa en común, los autos me gustaban, pero no me apasionaban como al rubio.

Charlie no se dejaba de sorprender por la gran capacidad que tenía mi estómago, y yo sólo le daba gracias al metabolismo y al gimnasio por no hacer estragos con la grasa que mi cuerpo debiese tener si considerara las cantidades de comida que me gustaba ingerir. Se sentía bien cada vez que parecía interesado por cada palabra que salía de mi boca.

Las decisiones de Riley [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora