Strawberry Caramel

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Sentado debajo el gran árbol florecido, se encontraba un Jimin comiendo alegremente sus pequeños caramelos sabor fresa, sonreía con cada dulce que ingería. Disfrutaba al máximo su tiempo de recreo en la primaria, tiempo donde amaba comer tan maravillosos dulces, sin compañía de alguien que le quite sus tesoros que con mucho trabajo conseguía, pues su madre le regañaba diciéndole que lo llevará al dentista si seguía comiendo sin control.

Su boca disfrutaba aquella bolita roja, dándole un recorrido por toda su cavidad bucal haciendo que se deshaga lentamente para luego sentir el poco relleno que este contenía.

Observaba a los niños corriendo por todo el lugar, tal vez jugando a las escondidas y varias niñas jugando a las muñecas, pero él no, él solo tomaba un dulce tras otro y otro sin importarle su alrededor.

Un chillido extraño le sacó de su burbuja encaramelada. Un pequeño Jungkook de apenas siete años de edad se acercaba donde su amigo para pedirle un caramelo, que a lo lejos, parecía delicioso por las expresiones exageradas que el castaño ponía cuando su mano se metía a la bolsa para buscar uno nuevo, su rostro emanaba la alegría pura cuando saboreaba ese delicioso dulce.

De un momento a otro, los dos estaban sentados debajo del gran tupido árbol, sus cabelleras volaban levemente anunciando una no tan grata lluvia, el cielo se encontraba nublado y unos cuantos rayos aparecían entre las nubes.

Jungkook miraba divertido a Jimin sin decir nada, parte de su naricita perfilada se encogía en un gesto gracioso cuando se le terminaba un dulce, sus gruesos labios le daban un toque especial cuando saboreaba el caramelo.

Jungkook realmente quería comer uno, enserio que lo deseaba pero no sabía cómo, hasta que se le ocurrió una idea, un poco tierna para los mayores y asquerosa para los infantes de su edad.

El pelinegro descaradamente se acercó dándole un casto beso a Jimin en la mejilla. No sentía asco, de hecho lo quería más que un amigo.

Jimin se sonrojó al instante sobre protegiendo sus dulces en su pecho como si su vida dependiera de ello.

—¿Me invitas a un dulce?—. Jungkook hacía un tierno puchero.

—Uhm...No—. Negó moviendo su cabecita. Era realmente egoísta para sus preciados dulces.

—Dame aunque sea uno—. Suplicaba el menor de los dos.

—No Jungkook, mi mami me los compró a mí, no a ti—. Expresó Jimin receloso.

Jungkook se cruzó de brazos y se giró quedando de espaldas con el castaño.

—Entonces deben saber horribles, al cabo que ni quería—. Hizo un sonido con su garganta y llevó su vista a los demás niños, el pelinegro no quería jugar, él quería probar los prohibidos dulces de su amigo.

—¿Cómo te atreves a decir eso?, tu no sabes, son muy, muy deliciosos—. Exageró y sacó burlonamente su pequeña lengua pintada de color rojo. Jungkook se giró quedando cara a cara con él, no se iba a dar por vencido cueste lo que cueste.

—Jimin, me estás molestando—. Respiraba furiosamente, su amigo ya le estaba hartando pero él realmente quería un dulce y de hecho, ya sabía como conseguirlo. Respiró profundamente y se calmó—. Oh vamos Jimin, tu sabes que te quiero mucho, de aquí hasta el infinito—. Sus manitos simulaban apuntar de forma exagerada el cielo—. Y mi amor hacia ti necesita un poco de dulce para que no sea amargo—. Hacía caras tiernas y se comportaba como bebé.

—Jungkook, eso no tiene sentido—. El castaño rodó los ojos y apretó su bolsita con caramelos.

—Y yo sólo quiero probar de tus dulces—. Hizo un mohín con su boca.

—Ya te dije que...—. No terminó de hablar pues unos finos labios se posaron sobre los suyos. El castaño dejó paso dejando pasar la lengua de Jungkook, era un beso un poco ferviente a su edad, pero era la única forma de conseguir un tan deseado caramelo de fresa.

Jimin aflojó así, el agarre de la bolsita dejándolo encima de sus pantalones escolares. El pelinegro se aprovechó de ello y lo jaló como si fuese un premio.
Jungkook se separó de Jimin lentamente dejando un hilo de saliva de por medio, sus labios hicieron un sonido gracioso por aquella acción.

—¡Realmente ese dulce es demasiado rico!—. Se levantó feliz con la boca un poco manchada del colorante rojo y salió corriendo entre las pocas gotas que comenzaban a caer—¡Gracias hyung!—. Le gritó a un Jimin paralizado debajo del gran árbol.

Si, definitivamente los caramelos sabor fresa sabían mejor entre los labios de Jimin.

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¡Helou! It's me ♪♪

No c, yo sólo quería tener un momento dulce después de tanta muerte en mis o.s
Bai.

By: Abby

Strawberry Caramel | Jikook | One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora