Amargo Recordar (Saga Amores Inolvidables 1)

Capítulo 13

Se levantó tan rápidamente del piso que sintió un leve mareo que hizo se apoyara contra el mueble, aún así pudo contestarle.

- El mueble es prueba rotunda que quería estar sola en la habitación.

- Y yo te he dicho que no – le respondió secamente – Esta conversación empieza a aburrirme ¿vienes? – Le dijo y abrió la puerta que conectaba las habitaciones.

Por supuesto que no hubiera podido verla, ya que la puerta parecía formar parte de la pared, no era nada fácil darse cuenta que en realidad era una puerta y no la pared.

- No. –contestó ella con voz firme.

- ¿Desde cuando eres tan infantil? – preguntó con voz aburrida.

- Tengo todo el derecho del mundo a dormir sola.

- Tú aquí no tienes derecho a nada y te advierto, vienes por las buenas o vendrás por las malas.

- No iré contigo a ningún lado y yo también te advierto no estoy dispuesta a hacer lo que tú quieras cuando quieras.

- Está bien, tú lo quisiste...

Y empezó a caminar a ella con expresión amenazante.

El mueble le bloqueaba la salida gracias a ella misma.

No tenía escapatoria.

- Si das un paso más, te arrepentirás – le dijo tratando de controlar el temblor que empezó a recorrerle el cuerpo.

¿Era por miedo? O peor aún ¿Era por que anhelaba su contacto? En ese momento eran las dos cosas.

- ¿Qué harás? ¿Golpearme? – dijo burlón y sin dejar de avanzar hacia ella, aunque lentamente.

- No – dijo Ally desesperada e instintivamente levantó una mano en su afán por detenerlo.

- ¿No qué? – agarrando su mano rápidamente la pegó a él y capturó sus manos con una sola por la espalda, dejándola inmóvil.

- Por favor, déjame ir – le dijo Ally sintiéndose acorralada y para su horror empezando a sentirse excitada.

Estaba pegada a él completamente, respiraba su aroma embriagador, calido y sensual, sentía cerca su respiración y a pesar de la oscuridad podía ver sus ojos brillar. Ese brillo dorado verdoso y esa sonrisa de ángel caído. Sus senos empezaron a ponerse tensos y con una mezcla de fascinación y sorpresa sintió la prueba de la excitación de él más que contundente.

Su cuerpo respondió inmediatamente y sintió que su parte más intima se humedecía rápidamente. La corriente de sexualidad los envolvía al completo dejándola hipnotizada por la sensualidad de su cuerpo y su mirada. Esa mirada que le prometía altas cotas de placer. Cuando él bajó lentamente la cabeza ya sabía que iba a besarla.

Ansiosa elevó el rostro para recibirlo. La unión de sus labios la hizo temblar. La besaba con pasión apenas contenida, le soltó las manos y ella se las pasó por el cuello y las sumergió en su cabello acariciándolo. La ropa no era más que un estorbo pero aún a través de ella sentía el calor de su cuerpo duro y hermoso. Deseando sentir piel con piel, sus manos cobraron vida propia y le desabrocharon la camisa con rapidez. De un solo movimiento él se la quitó quedando su torso desnudo, amplio, duro y musculoso pero sin exagerar. Las manos de Allyson siguieron avanzando y mientras le acariciaba el pecho notó como él se estremecía haciendo que se sintiera más segura e hiciera que sus manos llegaran al cinturón del pantalón con la finalidad de quitárselo, aún sin dejar de besarse.