Un mundo demasiado amoroso

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Sus manos se deslizaban por sus caderas, sintiendo su blanca y suave piel con cada parte de sus dedos. Presionaba su abdomen mientras lo arrinconaba en la pared mas cercana.

No hubo quejas, solo suspiros ahogados al sentir como sus labios se juntaban con los ajenos, siendo profanados por una juguetona lengua que demandaba todo de él.

-Fujitora... San...- Sus palabras se apagaban ante el placer de ser tocado y besado de forma tan lujuriosa.

-¿Que pasa? ¿Quieres detenerte...?- esbozo una picara sonrisa al sentir aquel bulto en la entrepierna de su acompañante -Yo se que no quieres eso...- Rió por lo bajo al tiempo que mordía suavemente una de sus orejas, exaltando al menor.

Dejó de jugar con su pecho y abdomen para dirigir sus manos hasta el miembro y trasero de Karamatsu.

Comenzó a masajearlos por encima de la ropa, apretandolos de vez en cuando, pero las ganas de sentir su carne no tardaron en poseerlo y arrebatarle su pantalón y ropa interior, dejándolo indefenso.

-No a pasado mucho tiempo desde que lo hicimos...- susurraba en su oreja -pero estas tan ansioso aquí atrás...- Una lujuriosa sonrisa surco sus labios mientras tocaba la entrada ajena con sus dedos, sintiendo como esta se contraía y soltaba cada vez que el mayor demandaba entrar.

Sin demora volteó a Karamatsu para dejarlo de cara a la pared, al tiempo que abría la cremallera de su pantalón para dejar en libertad su duro e impaciente miembro.

-Esta vez lo haremos sin lubricante...- Comenzó a introducirlo lentamente en la entrada ajena -Ya que...- Sin aviso termino por meterlo con todas sus fuerzas, haciendo gritar al menor -Te excitas mas cuando lo hago rudo... ¿Verdad...?- Mostró sus dientes en una sonrisa satisfactoria al sentir las caderas de su acompañante moverse para ser penetrado.

No tardó en cumplir las exigencias del cuerpo ajeno, con fuerza y rapidez lo embestía sin piedad. Los gemidos de Karamatsu cada vez eran mas fuertes y prolongados, sentir aquel trozo de carne profanarlo con violencia lo enloquecían hasta el punto de no detenerse jamas.

Mientras, detrás de la puerta eran observados por el invasor de aquel mundo.
Su ojos y boca se abrían de la sorpresa de aquella extraña escena.

Quería dejar de ver, pero su cuerpo no respondía, había quedado hipnotizado por aquellos eróticos movimientos que hacían gritar de placer a su hermano mayor.

-Ni... Nissan...- su cuerpo comenzaba a sentirse caliente, el bulto en su pierna cada vez se hacia mas grande y su respiración comenzaba a agitarse mientras movía una de sus manos hasta su miembro.

-¿Hm? ¿Pasó algo? Jyushi- La voz del primogénito a pocos metros de él lo exaltó de gran manera -Pensé que ibas a hablar con Karamatsu- Se acercó lentamente hasta donde su hermanito estaba -¿Que estas viendo?- Preguntó curioso al ver como no apartaba su temblorosa mirada de la puerta -Oh... Así que lo están haciendo otra vez...- Sonrió de lado al ver la lujuriosa escena.

-¿Otra... Vez?- Apenas si pudo apartar su mirada para ver a su hermano mayor.

-Si ¿No lo recuerdas? Fujitora-san y Karamatsu son amantes, así que no es raro verlos teniendo sexo- Aclaró con toda normalidad mientras dirigía sus ojos hasta la entrepierna del menor -Pero veo que aun no te acostumbras a verlos así...- De forma calmada movió una de sus manos hasta la entrepierna ajena, estremeciendolo de forma violenta.

-Q... ¿Que haces...? Nissan...- Confundido y preocupado trató de apartarlo, pero aun así este no daba señal de querer hacerlo.

-¿Que crees que hago? Te ayudo con tu pequeño gran problema- Sonrió amablemente mientras bajaba los pantalones de Jyushimatsu -Solo deja que Onichan se encargue- Pidió al tiempo que presionaba su cuerpo con el contrarió.

-Ni-nissan...- Mordió su labio inferior al sentir la mano ajena masturbar su pene de forma lenta y calmada, como si fuese algo que hiciesen con normalidad.

-¿Eh? ¿Que están haciendo? Osomatsu-nissan- La voz del tercer Matsuno se escucho cerca de ellos.

-Oh, Choromatsu- Habló el primogénito sin miedo -Solo ayudo a Jyushi con un problema- Explicó sin dejar de manosear la entrepierna del menor.

-¿Es en serio...?- Esta vez el cuarto hermano aparecía de entre las sombras.

-¿Podemos ayudar también?- Preguntó el sexto de todos, quien caminaba alegremente hasta el lado de ambos hermanos.

-Claro, ayudemos todos a Jyushi para que se sienta bien- Terminó por decir el mayor mientras todos sus hermanos se acercaban a ellos.

Jyushimatsu apenas si podía creer lo que estaba pasando, estaba comenzando a recibir un tipo de atención que nunca en su vida había pensado en tener jamás.

-Bien... Yo me encargare de esto...- Murmuró Ichimatsu mientras se sentaba en el suelo para ver mas de cerca el miembro ajeno, al tiempo que lo introducía a su boca para saborearlo.

-¡Ah...- Si gemido no pudo ser culminado, puesto que sus labios fueron callados por los de Choromatsu.

-No debes levantar la voz...- Introdujo su lengua en la boca ajena, jugueteando en el interior de esta.

-Entonces yo te are sentir bien aquí, Jyushimatsu-nissan- Con su gatuna sonrisa comenzó a masajear los pezones de su hermano.

-Y yo me ocupare de este lugar- Con una sonrisa Osomatsu saco su propio miembro para frotarlo con la entrada ajena, pudiendo notar como esta ya estaba húmeda -Oh, veo que estas ansioso- Mostró sus dientes en una amplia sonrisa -Descuida hermanito, onichan se encargara de hacerte sentir bien- Dicho aquello empezó a profanar el ano ajeno de forma lenta y calmada.

-¡Hmm!- Un gemido ahogado salio de inmediato de su boca prisionera, trato de mover su cuerpo pero le era imposible, las posiciones de sus hermanos no dejaban vías libres para echar a correr, y aun si las hubiera su cuerpo estaba tan debilitado que ni siquiera podía mover un músculo.

Osomatsu lo embestía de forma suave, Ichimatsu succionaba su miembro como un bebe a su biberón, los besos de Choromatsu cada vez lo dejaban sin aliento y los finos toques de Todomatsu le producían pequeñas y adictivas sensaciones en todo su cuerpo.

Aquella situación, que de alguna extraña forma le resultaron familiares, hicieron que se preguntara si antes ellos habían hecho algo así con el Jyushimatsu de aquel mundo.

Sin embargo aquello ya era irrelevante, sus sentidos se comenzaban a nublar ante el placer de aquella extravagante muestra de amor, sus queridos hermanos tocaban y profanaban cada parte de su cuerpo sin detenerse, ni siquiera se detuvieron al ver como Jyushimatsu eyaculaba no una, si no dos veces en poco tiempo, solo seguían dándole una atención que él no pidió, pero que ahora se estaba sintiendo tan bien que fácilmente podía volverse adicto a ello... Y de seguro... Así sería... La nueva adicción que ese mundo le ofrecía...

-Ni... Nissan... Mas fu-fuerte...- Pidió con una amplia sonrisa lujuriosa, esperando que aquel placer no terminara jamás.

Beautiful world / Karaworld (Osomatsu-san)Where stories live. Discover now