¿Qué es lo que siento?

7.2K 767 526
                                    


Pov Draco




Un día más, una mañana más. 

Estaba nublado y frío, más de lo que había estado toda esa semana. Froté mis manos en un vago intento de sentir más calor.


Apenas despertaba. Me levanté de la cama y me estiré un poco. 

Me tallé los ojos y salí de mi habitación. Pasé por la habitación de Harry y vi que estaba un poco abierta su puerta. Me asomé y vi a mi hermanastro saliendo de la ducha usando sólo un bóxer.

Continué observando cómo se ponía poco a poco su ropa. Cuando Harry estaba arreglándose su cabello, entré en razón y avance hacia la cocina disimulando mis acciones.



-Buenos días, Draco –dijo él llegando a la cocina después de unos minutos.

-Buenos días.



Harry es mi hermanastro. 

Es familia. 


Claro, tampoco me atraían los hombres. Siempre me había interesado el cuerpo de las mujeres.


Aparte, Harry era molesto, llorón y dramático; aunque desde que nos llevamos bien, me sentía menos seguro de eso. 

Pero no, él y yo llevábamos una relación un tanto difícil pasando de amigos a enemigos con facilidad.

Es más, ni siquiera estaba seguro de que Harry me considerara su amigo. cada vez que hacía un avance en nuestra amistad, ocurría algo y volvíamos a los pleitos.



No pude evitar sonreír al recordar cómo se veía Harry en ropa interior. No podía negar que tenía un buen cuerpo y era bastante atractivo. Y sus ojos verdes eran... ¡No! 

Esto tenía que parar ya. Harry es molesto y es mi hermano, no podía olvidar eso.


-¿Hoy saldrás? –le pregunté.

-Sí, iré con Oliver a practicar fútbol –dijo sirviéndose jugo de naranja -¿Y tú?

-No lo sé, tal vez iré a ver a mis amigos.

-Que bien –sonrió.



Las horas pasaron, dieron las 3 y Harry me dijo que iría a comprar unas cosas antes de pasar con Oliver.


-Regreso como a las 8, diviértete –dijo.

-Yo igual volveré como a esa hora. Es más, también me iré ya, quedé de verme con los chicos en el parque.

-¿Te llevo? –tomó las llaves del coche que nuestros padres nos rentaban.

-Más bien –le quité las llaves -yo te llevaré, es mi auto.

-Disculpa, pero tu padre dijo que era de los dos –dijo retándome con la mirada.

-Bueno, bueno, hoy te lo llevas, pero pasarás por mí.

365 Días con élWhere stories live. Discover now