Capítulo 12

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“Tú eras la sombra de mi luz, ¿Nos sientes? eres otra estrella, veo como te desvaneces, temo que nuestro objetivo no esté al alcance, quiero vernos vivos. ¿Fue todo una fantasía mía?
¿Fuiste solo imaginario? Otro sueño quizá
los mounstros corren salvaje dentro de mí, me desvanesco, estoy tan perdido, desvanecido.”

Desperté por la madrugada, algo desorientado y mareado, me incorpore quedando sentado en mi cama, Jay se removió incomodo adquiriendo una nueva posición, podía ver su espalda, cerré fuertemente mis ojos y las nauseas no tardaron en llegar.

Corrí hacia él baño, inclinándome sobre la taza, devolví todo lo que había comido durante él dia, adiós a las ricas papás fritas que había compartido junto a Mal.

Me puse de pié, tratando de permanecer quieto para que las malditas nauseas se esfumaran, camine hacia él lavadero, moje mi rostro para poder despertar un poco, sentía un molesto dolor de estomago y juraría que las ganas de vomitar se harian presentes otra vez.

Durante estos dias, solo se podía oler la suave esencia de vainilla por los pasillos y lo eufóricos que estaban cada uno de los estudiantes al saber que él año se iba y que los resultados de los exámenes finales, estarían listos dentro de estos días.

La luz del baño yacía apagada y yo me encontraba caminando hacia mi cama, no había dormido bien, y no me sentía para nada bien tampoco, no me lo explicaba, no sabia que era lo que me pasaba, me recoste sobre la cama y comence a sentir ganas nuevamente de vomitar, suspire un par de veces y me tranquilice, no había necesidad, pero los gemidos de dolor se hacían presentes gracias a los malestares.

Jay se giro en dirección a mi cama y abrió los ojos lentamente.

Luego del incidente del comedor, Jay estuvo evitándome todo él tiempo, pero lo que no era capaz de ocultar eran sus miradas, todo él tiempo sentía sus miradas sobre mi, y la verdad no me incomodaban, pero me hacían sonrojar, y sabia que él podía sonreír, sentía que sonreía en lo mas profundo cuando mis mejillas se tornaban de un suave color rosa.

—Carlos, estas bien? —me preguntó y yo negué, levantándome de un golpe y corriendo hacia él baño nuevamente.

Me incliné de nuevo y devolví todo, lágrimas caían sobre mis mejillas producto de la desesperación que sentía al estar en esta situación, mi cuerpo daba pequeñas convulsiones producto del vomito y luego de ponerme de pie y repetir él proceso de lavarme la cara y los dientes, camine fuera del baño hacia mi cama, lo que me jugo en contra fue mi mente y mis dolores cada vez más agudos, mis piernas comenzaban a dormirse levemente y comencé a desvanecerme, mi vista se nublaba poco a poco, y lo ultimo que oí fue la dulce voz de Jay llamándome.

Solo podía pensar en una cosa; Jay estaba distinto.

Sus saludos matutinos me mantenían despierto durante todo lo que restaba de día, y sus miradas podían llegar a derretirme si estaba desprevenido, las chicas cada vez lo notaban más, siempre negaba y les decía que no, obviamente Mal siempre me miraba con aquella cara juguetona y solo me hacia sonrojar, me gustaba este Jay, siempre me gustaron todas las facetas que él tenia, excepto la de la indiferencia, creo que es una de las que mas dolían, y se enterraban en lo mas profundo de los sentimientos que tenia hacia el.

Habia algo que estaba ocultando, lo sabia, y podía jurar que tiene que ver conmigo, los chicos siempre se le quedan mirando cada vez que dice algo para mi.

Aún que es muy difícil de creer, aveces recibía susurros de su parte, susurros que me dejaban con él corazón apresurado y a punto de salir de mi pecho, sonrojado siempre miraba hacia otro lado, y admiraba su aspecto serio todo él tiempo.

Scars(Jaylos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora