1.6K 84 6
                                    

Mientras con Adrien llevarse las bragas de la chica fue una buena "jugada" además de que quería ver como pasaría el día sin bragas, sería un evento inolvidable para el chico.

-Que onda Bro -se encontró con su amigo al entrar en su oficina.

-Hola.... eh... ¿qué haces aquí?

-¿Que no está claro? -pregunto el moreno mientras jugaba con una pelota que encontró en aquel lugar- Vine a verte porque estaba algo aburrido además hoy no tengo que arreglar alguna pista así que decidí venir a visitar a mi amigo pero cuando llegue no estabas, las secretarías me dijeron que la última vez que te vieron fue cuando fuiste a la oficina de Marinette y como buen amigo que soy fui a saludarla pero parecía como si nadie estuviera en esa oficina y solo se oían cosas raras. Retome mi camino y regrese a tu oficina. Esa es mi historia ahora cuéntame tu ¿qué tal tu mañana?

Nino no era estúpido y pasar tanto tiempo con Alya lo hizo un poco más perspicaz en algunas cosas. El rubio se encontraba nervioso con la presencia de su amigo y con su "trofeo" aun en los bolsillos de la chaqueta -además de que iba un poco desarreglado.

-Eh... no.... no hacía nada

-¿Seguro? Porque podría jurar que te veo cada vez más unido a la azabache que ayer no los encontré por ninguna parte.

El Agreste estaba perdido, sabía que su amigo ya dedujo la mitad de la historia y ocultársela no le serviría de nada cuando prácticamente ya sabe la verdad -aunque sean especulaciones.

-Bueno...

-Espero que sea la verdad completa Agreste porque te puedo asegurar que si no cantas como pájaro te dejaré sin tu otro mejor amigo -señalo a su entre pierna

-De acuerdo, de acuerdo. Sólo... nunca vuelvas a bromear con algo así. Verás....... No entraré en detalles sólo te diré que salimos del bar a la casa de Marinette y tuvimos sexo, hoy fui a su oficina y mientras tomaba mis medidas no me resistí y bueno pues la folle en su escritorio.... y en la pared.

-W O W -la cara de Nino no podía expresar nada más que el mismísimo asombro. Su amigo seguía sin decir nada del asombro y eso desesperaba al rubio

-¡Nino di algo de una vez!

-Amigo si Alya se entera que le hiciste algo a su niña te cortará el pene y te dejará sin bolas

-¡Mierda!

-Pero por lo visto tampoco te encuentras arrepentido

-Y no podría estarlo, es solo sexo. Marinette y yo seguimos siendo amigos.

* * * 

Marinette nuevamente estaba sumergida en sus diseños, necesitaba completar cuatro diseños más para terminar la siguiente colección y entregarla al señor Agreste pero aun le faltaba algo, es como si su musa se hubiera escapado. Repentinamente recordó que ha pasado la mayor parte del día fuera de la oficina probando algunas telas y sin sus bragas.

-¡Que frustrante!

Decidió que terminaría al siguiente día por hoy ya había terminado, por primera vez quería un descanso de diseñar para relajarse un poco y encontrar nuevas ideas para sus diseños. También necesitaba ir a su casa para arreglar su "asunto"

Fue un buen día, de camino a su casa recordó lo sucedido en la mañana. Ese rubio era insaciable y eso le gustaba a ella.

-Sólo somos amigos ¿no es cierto? -pensó la chica

Entro a su casa como si nada pero se llevo una sorpresa al encontrarse con nadie más que con el mismísimo dueño de sus pensamientos.

-¿Qué haces aquí? -pregunto de repente por saber cómo logró entrar si no tenía la llave.

Amigos Con DerechosWhere stories live. Discover now