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Supongo que estamos en esa parte de la vida, donde las personas son pasajeras y las promesas son cortas.

Confundimos la atracción con el amor, la ilusión con el engaño y las sonrisas con felicidad.

Sé lo que es sentirse sólo. En mis momentos solitarios me he preguntado ¿por qué soy yo el que debo hablarle a las personas, por qué debo preguntarles cómo están, cuando nunca les interesa nada de mí?
¿Por qué no me preguntan cómo estoy, qué tengo realmente?
¿Por qué si respondo con un seco y solitario ''no me ocurre nada'' se van?
¿Debemos ocultar nuestra soledad con sonrisas y ahogos?
Quizá.
Aunque por dentro nos estemos ahogando, llorando y rompiendo ¿debemos responder con un ''no importa''?
Las personas probablemente tengan la duda, la curiosidad de saber que tenemos, y al responderles lo que nos ocurre simplemente pueden simular que les importa.
¿Y dónde quedamos nosotros?

Pensamientos de AdolescentesWhere stories live. Discover now