Capitulo 4

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La noche paso lenta, sin ningún inconveniente más. Se lo agradecí mentalmente al destino o a quien fuera responsable de que tuviera entre mis brazos a esta hermosa mujer.

Los rayos de sol comenzaron a chocar en las ventanas, sentí como Camila se movía un poco, seña de que estaba despertando ya. Dentro de poco se acabaría el más bello de mis sueños, moví mi cabeza para desechar esa idea, solo disfrutaría el tiempo que me quedaba a su lado. 

Mire su rostro, ¡Dios ella es tan HERMOSA! Era imposible que un ser así estuviera conmigo, pero aun así, aquí estaba… Eso era asombroso, aunque en realidad no tuviera mucho sentido, no lo pensaría más. No despegue la mirada de su bello rostro, sus ojos poco a poco se fueron abriendo y sostuvieron mi mirada. Una sonrisa se asomó por sus labios hipnotizándome por completo, no pude hacer más que devolvérsela.

-Buenos días –dijo mientras se estiraba, sin alejarse de mi lado.

-Buenos días –no dejaba de sonreír -¿Cómo dormiste? –pregunte un poco temerosa por la respuesta. Me mataría el saber que su sueño no hubiera sido tan bueno como lo esperaba.

-Dormí perfectamente –mi sonrisa se hizo más grande –hace mucho que no dormía tan… así –ahora ella era quien sonreía dejando a la vista un leve sonrojo en sus hermosas mejillas.

-Debo admitir que me agrada mucho el que así fuera –no contuve mi alegría.

-Sí, a mí también me gusto, se sintió bien, me sentí… segura -¡Oh no! Esas palabras no.

¡Maldición! Esto debía terminar rápido, si no ella saldría lastimada y no podía permitir eso. Intente controlar mis sentimientos para que ella no se diera cuenta de la lucha que había en mi interior.

-Eso me gusta más –dije mientras me levantaba lentamente, sintiendo otra vez ese frio recorrer mi cuerpo por la lejanía del suyo –ahora… –dije mientras me estiraba -¿quieres desayunar algo?

Camila sonrió aún más si es posible –Claro que sí, pero… -¡Dios Mío, mátame aquí mismo! Ese hermoso rubor subió a sus mejillas, haciendo que me volviera loca –hmm antes… hmm ¿podría pasar a tu baño? –agacho la mirada, mientras jugaba con el dobles de la cobija. Solo sonreí.

-No hace falta que preguntes, puedes pasar cuando gustes, estás en tu casa –las palabras habían salido solas de mi boca. Sonrió ampliamente, salió de la cama y se veía totalmente hermosa.

Se acercó a mí para darme un beso en la mejilla, yo solo me quede quieta, disfrutando del momento –gracias… gracias por todo –susurro cerca de mi oído y se alejó con dirección al baño.

Como esperando a que esto fuera aun un sueño lleve mi mano a mi rostro, acariciando el lugar exacto donde ella había depositado un suave beso. Una sonrisa tonta se dibujó en mi rostro una vez más, mientras un leve suspiro salía de mis labios.

Una parte de mi gritaba “¡NO!, ¡REACCIONA!” pero yo no podía hacer nada, me estaba perdiendo en ella, la otra parte decía “Disfruta cada instante a su lado, pronto se ira y nunca más la volverás a ver… solo disfruta”.

Salí de la habitación aun con el rostro sonriente, fui directo a la alacena para ver que podría prepararle de desayunar. Abrí la primer gaveta, vacía ¿¡Qué!? Abrí la segunda y también estaba vacía, mi desesperación empezó salir a flote, solo quedaba una puerta y si estaba vacía moriría.

Lentamente la abrí y el alma me regreso al cuerpo al ver la harina para preparar Hot Cakes y eso fue lo que hice. Prepare la mezcla para unos deliciosos Hot Cakes en lo que Camila seguía en el baño.

Fallen Angel [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora