Capitulo único

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E P I F A N Í A


Epifanía: f. Manifestación, aparición.

Momento de sorpresiva revelación.

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A veces morir se hace más fácil que vivir.

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El crepitar de las gotas de lluvia impactaban duramente contra el gran paraguas que se erguía sobre su cabeza, mas no le dio mayor importancia, al igual que la humedad que se colaba bajo sus pies, por sus zapatos de charol pulcramente lustrados, los cuales se hundían en el césped, ya demasiado crecido como para ser cómodo. Toda su atención se mantuvo fija en el gran ataúd que descendía a pocos metros por delante de sus narices. Se podía escuchar las palabras del sacerdote, enmudecidas por la lluvia, que clamaba a su dios albergar en su misericordia el alma de que ahora llegaba hasta su reino, una alabanza fue dicha, y repetida por los escasos seres presentes. Mientras él permanecía mudo, como si aún pese al tiempo no pudiese creerse en ese momento y lugar, asistiendo a un entierro que nunca debió tener cabida, a no más de 50 años en adelante. No pudo evitar que su alma albergara una pizca de esperanza ante una realidad que se hacía difusa y misteriosa.

Y es que aun podía recordar claramente la mañana de hace más de tres semanas, cuando apresuradamente, irrumpió en el departamento de su viejo amigo, ante el último mensaje recibido en su correo, después de dos agotadoras semanas de trabajo a doble turno. Acompañado de un desconfiado vigilante, se abrió camino entre la desordenada habitación, varios materiales propios de un artista, se encontraron regados por todos lados, y a pesar de que sabia de primera mano lo poco organizado que era su amigo, aquello parecía superar los límites de lo que creyó aguantable, parecía más producto de una masacre que de un simple descuido, dio un rápido vistazo en el amplio espacio, esperanzado en encontrar a su amigo en algún lugar visible, más lo único que pudo ver anonadado, fue al que en su momento fue el mayor orgullo de su moreno amigo, presentado como su mejor trabajo, la hermosa escultura en honor a afrodita, rota en miles de pedazos, pudo reconocerla gracias a la cabeza de la misma que se hallaba mirando hacia el suelo, una rajadura pudo verse cruzando todo el largo de su mejilla, como una larga lagrima producto de aquel atentado del cual había sido víctima, se acercó a pasos pausados hacia el desordenado escritorio donde descansaban varias hojas, algunas con apuntes rápidos, palabras a medio acabar de lo que sería muy seguramente su siguiente carta, vio la libreta que él mismo le había regalado antes de su traslado, a un lado de esta se esparcían muchas hojas de lo que parecían ser bocetos dibujados de forma apresurada, más todas describían entre sus trazos lo que parecía ser una misma persona, diferentes ángulos de un mismo rostro, como si su autor no pudiese sacar de su mente aquella persona que le sirvió de inspiración, haciendo que este lo persiguiera en cada retrato, atormentando su mente para salir.

Reconocía a tal persona como aquella que vio hecha de mármol hace dos meses atrás, era el nuevo proyecto en el que Aomine estaba trabajando. Aquel que un principio nombro como¨ Un tributo a Poseidón¨, ante la clara fascinación que su amigo parecía tener por la mitología griega. Para después describirla como ¨El hombre en melancolía¨, no se trataba más que de un hermoso hombre reposando en una roca, con la mirada nostálgica y pensativa, que parecía albergar mucha más pena de lo normalmente un hombre podía abarcar en toda una vida.

Fue entonces cuando reparo en algunos cuadros esparcidos en una de las esquinas, vio con horror como habían sigo rasgados con cólera, como si quien lo hiciera aborreciera con fervor cada una de esas obras; además de trozos de lo que parecía ser piedra caliza, esparcida al pie de un pedestal donde antes reposaba su reciente obra creando un camino hasta desaparecer en la única habitación del amplio lugar. Sin pensarlo demasiado, apresuro el paso, ansioso y temeroso de lo que podría encontrar, llegando finalmente a la única habitación apartada del resto, donde una gran cama era el principal punto de atención para los nuevos visitantes, las ventanas estaban abiertas y las cortinas ondeaban por la corriente de aire traída desde el mar.

Epifanía » [ AoKi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora