Capítulo 6- Bienvenida.

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Toda mi vida a sido siempre depender de mi misma sin importar lo que los demás piensen de mi. En el internado era como el bicho raro, pero a la vez quien se metía conmigo pagaba sus últimos días bajo tierra. Me sabía defender de cualquier cosa, pero sobre todo nunca me dejé pisotear cuando me decían que mi familia no me quería y por eso estaba en ese lugar. Yo crecí con un rencor acumulado día tras día, pero gracias a mi Nana no todo en mi vida había sido tristeza y rencor hacia las personas causantes de mi desgracia.

Nunca imaginé que esas personas a las que un día llegué a odiar con todo mi ser de un momento a otro no pueda vivir sin ellas y sin su cariño.

La noche anterior dormí en la casa de mi padre con mis cuatro locos mejores amigos. Al final ellos se quedaron a dormir conmigo mientras veíamos películas de terror. Daba risa las caras que ponían los dos hombre y nosotras como si nada.

Y como era de esperarse nos dormimos todos sin terminar de ver la película.

A la mañana siguiente sentí unos brazos rodear mi cintura mientras me apretaban más cada vez que me intentaba soltar. Al girar mi cabeza pude ver que la persona que me tenia agarrada era Luis. En ese momento mi cara tendría que estar como un tomate asado al horno.

Con cuidado me salí de su agarre, pero mi objetivo era no despertarlo, cosa que no funcionó por que como soy tan bruta lo tiré al suelo ocasionando que se estrellara en el mismo suelo mientras soltaba algunas maldiciones.

-¿Estas bien?, te juro que fue sin querer, no quería despertarte.- Dije asustada por que me estaba mirando con cara de querer asesinarme por completo, cosa que me dio mucho mas miedo. Puede que aparente ser una chica ruda y fuerte, pero en el fondo con la gente que me importa y quiero de verdad soy una verdadera miedica.

-Juro que me vengaré López.- Dijo mientras se levantaba y poco a poco se iba acercando cada vez más a mi.

El miedo se apoderaba de mi cada vez que se iba acercando más a mi y yo iba retrocediendo un paso hacia atrás, hasta que no pude avanzar más por que choqué con la mesa que había en en fondo del salón. El se iba acercando hasta que pude sentir su aliento en mi cara. Cuando lo miré me di cuenta que estaba en calzoncillos, y entonces mi cara se puso mas colorada que antes o incluso más. Cada vez sentía su aliento más en mi cara, de un momento a otro mi mirada conecto con la suya. Esos ojos color esmeralda que no podía dejar de ver, era como estar hipnotizada. Hasta que sin quererlo mis ojos se fijaron en sus labios, esos labios que ahora mismo los besaría y los mordería sin descanso. Me di cuenta que el también miraba los míos con el mismo deseo, creía que me iba a besar, pero en un segundo me cogió de la cintura tirándome al suelo mientras no dejaba de hacerme cosquillas y yo no paraba de reír como una loca maniática.

-Te dije que me vengaría.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras dejaba de hacerme cosquillas. Se levanto y me tendió la mano y gustosa acepte.- Ahora vengo, tengo un plan para despertar a estos tontos.- Dijo mientras salia corriendo hacia la cocina.

Yo me había quedado hay parada en medio de la sala procesando todo lo que había pasado. ¿Cómo es que pensé que me iba a besar?, no puedo pensar esas cosas, él es unos de mis mejores amigos, y apenas ayer recordé algunas cosas sobre mi infancia con él. No puedo pensar esas cosas y menos sentir lo que siento por el, el amor no existe, solo te destruye y hace que seas más débil. Me niego a sentir algo por mi mejor amigo.

No me había dado cuenta de que Luis había entrado a la sala con dos sartenes y dos cucharas, enseguida supe lo que quería hacer para despertar a estos simios. Una sonrisa malvada salió de mi cara mientras que me acercaba a Luis a coger una sartén y una cuchara. Los dos nos miramos a los ojos y sonriendo los dos a la vez empecemos hacer ruido por toda la casa mientras que nuestros amigos se levantaban maldiciendo.

Cuando todos paramos de tocar nos dimos cuenta que no solo nuestros amigos estaban despiertos, también lo estaban mi padre y mis hermanos. Todos tenían cara de zombies mientras que mi hermano Angel solo me miraba con una sonrisa.

-Esa es mi pequeña hermanita.- Dijo mientras me cogía de la cintura y me daba vueltas en el aire. Me alegraba poder sentir la felicidad que siempre necesité durante todos estos años, pero algo me dice que la felicidad no dura para siempre.


Los chicos al final se fueron a sus casa, pero quedamos en que me visitarían muy pronto, prácticamente todos los días.

-Bueno pequeña, te vamos a llevar a la casa donde vivirás con nosotros de ahora en adelante.-Dijo Antonio mientras nos dirijíamos al coche con la atenta mirada de mi padre a nuestras espaldas.

Cuando llegué al coche me despedí de mi padre que me miraba agitando mi mano mientras intentaba sacar una sonrisa que aunque lo intentara no salia, no es fácil olvidar todo el dolor que viviste durante todos estos años así por que sí. Él me respondió con una sonrisa sincera, por lo menos a él si le salía.

En el camino nos la pasemos los cuatro gastando bromas unos a otros, desde luego tengo suerte de tener unos hermanos así.

Al llegar me dí cuenta que estábamos delante de una mansión enorme, no me podía creer que ellos vivieran aquí. ¡ERA ENORME! sin exagerar.

-Bueno hermanita, bienvenida a tu nuevo hogar.- Dijeron los tres mientras cada unos de ellos me tendían la mano para bajar del coche cosa que luego al darse cuenta se miraron entre ellos con cara de asesinos en serie, y yo riendo por las cosas tan tontas que podían llegar hacer. Esto iba a ser divertido.




ESTE CAPÍTULO SE LO QUIERO DEDICAR A UNA LECTORA QUE GRACIAS A ELLA ES POR QUE SIGO ESCRBIENDO... GRACIAS GUAPA ;)

Angela_2118

MI ORIGENWhere stories live. Discover now