Epílogo

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Corro atrás de ella, pero logra escaparse de entre mis brazos. Su risa es la mejor canción con la que puedo amanecer cada mañana. "Mami, mami... no me puedes atrapar" Canturrea mientras se escabulle entre las flores del jardín trasero de la cabaña. Sonrío al sentirme la mujer más dichosa y feliz del mundo. Y vuelvo a correr tras mi pequeña. Al llegar al jardín solo logro ver su melena castaña desaparecer tras doblar de regreso a la cabaña. Antes de continuar tomo un respiro por tanto correr, los niños deben tener energía infinita. La oigo chillar de alegría y no necesito mirar para saber qué ha pasado, ya que a los pocos segundos ella regresa hacia mí y esta vez no tiene forma de escapar. La abrazo con ternura y le doy un giro en el aire, mezclando nuestras risas.

- Estos son los momentos que más me gustan. – Exclama Arantxa mientras se une a nuestro abrazo.

- Aunque nos haga corretearla, no cambiaría nada de nuestra vida.

Arantxa me toma de la mano, mientras vemos a nuestra pequeña Nastya correr de nuevo entre las flores bajo el manto del atardecer.

El mejor sueño que he podido experimentar en los últimos años, desaparece con la misma rapidez con la que abro los ojos. Trato de recordar cada pieza antes de que se mezclen con la oscuridad de la noche, pero apenas recuerdo su nombre. Tomo mi celular y anoto en mayúsculas: NASTYA.

Haces unas largas horas había tomado la decisión de darle una última oportunidad a mi leona. Pero no la tendrá en bandeja de plata, desde ahora jugaremos bajo mis reglas y solo si llega ser sincera conmigo pensaré en reconstruir mi corazón.

Quizás la prueba más grande ha sido tener entre los dedos toda su vida. Habría sido tan fácil leerlo, descubrir los fantasmas de su pasado, incluso descifrar quien fue esa "29" con la que quiso estar junta para siempre. Todas las respuestas se volvieron cenizas en la chimenea del departamento en Barcelona. Fue lo mejor. Quiero ver la verdad en sus ojos, que sea sincera y se permita amar. Vuelvo a cerrar los ojos en un intento de revivir ese hermoso sueño, pero resulta imposible.

Al poco rato empiezo a notar las diminutas luces de mi cuidad por la ventanilla y sonrío para mí misma; ya que hace un año regresaba con el alma desolada y marchita, ahora la tengo deseosa por seducir a Arantxa.

¿Jugamos? DomínameWhere stories live. Discover now