El perfecto extraño

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No, ninguna de las últimas fotografías que había tomado le convencían como para colocarlas en su próxima exposición en la galería de artes de la ciudad. Solo le faltaba una, pero ni una de las que ya tenía le gustaba para su exposición. Akaashi se sentía algo frustrado por no haber fotografiado lo que quería, estuvo durante toda la mañana y parte de la tarde buscando algo que le dejara satisfecho, pero nada lo hizo y ya empezaba a perder las esperanzas.

Comenzaba a atardecer, el cielo se encontraba de un lindo tono anaranjado y rosa, siendo poblado por muchas blancas nubes, mientras un suave viento recorría las calles de la ciudad. El muchacho de alborotado cabello negro, se hallaba sentado en una banca observando la bella puesta de sol con su cámara entre las manos. Este estaba en un punto perfecto en donde se mostraba una magnifica panorámica de la ciudad; se veía mucho más fantástico junto a aquel hermoso atardecer de otoño. Los ojos de Akaashi se abrieron de par en par con emoción entretanto encendía su cámara para poder capturar aquel hermoso paisaje.

—Es perfecto—Murmuró el muchacho mientras enfocaba la imagen.

Una pequeña sonrisa surcó en los labios de chico, al fin podría tener la última fotografía para su exposición y esperaba que a su público le gustara tanto como a él. Estaba a punto de tomar la foto, cuando algo inesperado pasó, un muchacho en bicicleta se dirigía hacía donde se encontraba Akaashi, este de lo tan concentrado que estaba, ni cuenta se dio cuando el ciclista pasó en frente de su cámara al momento de tomar la fotografía, quedando este plasmado junto al hermoso atardecer en la captura. El muchacho, sin expresión alguna en su rostro buscó la fotografía recién tomada, pidiendo y rogando a los dioses que el chico que se había cruzado no estuviera en su foto. Lamentablemente no fue así, pero la reacción de Akaashi no había sido de molestia y mucho menos de frustración, al no conseguirlo que quería, al contrario, él estaba satisfecho y con una pequeña sonrisa en el rostro junto a un ligero rubor sobre sus mejillas.

Aquel muchacho no había arruinado su fotografía, más bien le había dado un poco más de vida a esta dejando a Akaashi feliz y conforme con el resultado. El chico de su fotografía había llamado completamente su atención.

Akaashi volvió a su departamento y en cuanto entró buscó su laptop encendiéndola para traspasar su última fotografía, adjuntando luego todas las fotos a su correo y mandándolas a su amigo, quién las enmarcaría para la exposición, la cual era dentro de un par de días. El muchacho estaba muy emocionado, esperando que a sus seguidores les gustara lo que iban a ver.

Un suave suspiro abandonó los labios del pelinegro mientras revisaba las fotografías, deteniéndose a observar la última y la que más le gustaba, aquella en donde estaba ese desconocido sujeto, aquel que causó una nueva sensación en él.

—  Me gustaría conocerte— Dijo Akaashi en un susurro aún mirando la fotografía.

El chico de la imagen tenía el cabello blanco en punta, y veteado con gris y rayas oscuras, asimilándose así aun búho. Sus ojos no se notaban del todo, pero al menos se podía ver el color de estos, eran como el oro. El rostro del extraño estaba adornado por una amplia sonrisa, mientras vestía un buzo deportivo color negro y blanco. 

El pelinegro no quito la vista de la fotografía por un buen rato, la miraba y la miraba tratando de encontrar aquello que la hacía perfecta ¿Sería tal vez el atardecer? Pensó el muchacho observando con detención los colores del cielo de aquella tarde, las nubes que le adornaban y algunas hojas secas traídas por el viento que se cruzaron al momento de capturar la imagen. Lo meditó por unos momentos y descartó la anterior pregunta; no era la primera foto que tomaba de una puesta de sol en otoño. Entonces, ¿Qué podría ser? Quizás sería ¿La gran vista que se tenía de la ciudad desde el punto en que Akaashi tomó la fotografía? Pues esta se veía a la perfección y combinaba junto al hermoso atardecer. Eso no convenció al pelinegro, la gran vista no era lo que hacía perfecta la fotografía y lo último que le quedaba como opción era: "El chico desconocido"

El perfecto extraño || AkaBoku.Where stories live. Discover now