FEBRERO

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-Kouki-chan... -Le hablo Sei mientras besaba su frente y abrazaba –Podrías decirme desde cuándo es que te estás cuidando.

-¿C-cuidarme? –Respondió nerviosa la chica en forma de pregunta, tratando de esconder su cabeza en el pecho del contrario.

Los dos jóvenes se encontraban, como ya se les había hecho costumbre, en el cuarto de un lujoso hotel, ya que era el único lugar donde podían estar completamente a solas cada vez que sus ocupaciones se los permitían.

Esos días generalmente eran días festivos y, ninguno mejor que el 14 de febrero, el cual, tal y cómo el 24 de diciembre, y el año nuevo, así como uno que otro fin de semana, después de pasar un rato de cita, al aumentar cada vez más la necesidad de estar juntos y de unir sus cuerpos, optaron por seguir frecuentando el hotel cerca del parque.

-Kouki...

Le reclamo Sei tomándola del mentón para que lo viese a los ojos por lo que, por un momento, la chica pensó en huir, sin embargo, además del abrazo del peli rojo aun había algo dentro de ella que los seguía conectando.

Así, sin tener salida, entrando un poco en pánico y un tanto llorosa le dijo:

-L-lo siento Sei-kun, mi madre me hizo prometerle que me cuidaría... trate de decirte p-pero...

Akashi dio un gran suspiro para enseguida acurrucarse en el pecho de su novia.

-En verdad trate de decirte desde hace tiempo que yo me estaba cuidando, perdona –Le dijo un poco más calmada Kouki mientras ahora ella lo besaba y acariciaba su cabello.

-y, entonces ¿Cuándo me dará mi hermosa Kouki un bebé? –Le preguntó el peli rojo sin salir de su escondite.

-P-podría ser cuando nos graduemos, t-tal vez...

-¿Tal vez? No me digas un "tal vez"... bueno, no importa, seguro y será antes.

-¿Eh? ¿p-por qué piensas eso?

-Por nada.

Furi trató de seguir preguntándole sobre sus planes al emperador, sin embargo este no la dejo seguir hablando al tomar de nuevo con deseo sus labios, y poder así tomar una vez más, tratando de calmar el hambre que tenía una vez más por ella.

Así, después de unas horas y de dos rondas más, después de un cálido baño del cual Furi no terminaba por acostumbrarse a ver a su novio desnudo o ella mostrarse desnuda ante él, después de una larga y lenta caminata hacía la casa de la chica, esta no dejaba de pensar en un bebé, después de todo, cuando ellos llegarán a separarse, qué pasaría con su hijo.

A caso, ¿se lo tratarían de quitar? ¿Los abandonaría?, o pero aún ¿sería despreciado por el padre de Sei?

Todo eso era lo que le daba vueltas en su cabeza a la pequeña Kouki, por lo que de vez en vez miraba a su novio tratando de hallar una repuesta, sin embargo, no entendía el por qué era que él lucia tan calmado.

-Acaso... ¿Tendrá pensado que nos fuguemos?

Esa simple y última pregunta que se hizo Furi la hizo soñar y tener esperanza, ya que, ¿por qué tenía que ser malo todo? estaba segura que Sei la amaba y si él quería seguir con ella, si él quería que los dos lucharán juntos, ella lo seguiría...

-¿Kouki-chan?

La saco de sus pensamientos Sei, quien le mostró que ya habían llegado a su casa.

-¿Ya llegamos? –Dijo haciendo un puchero de decepción la castaña.

-¿En qué pensabas? –Le preguntó Sei bastante intrigado mientras le sonreía para robarle un pequeño beso.

-¿Eh? E-en n-nada, no era nada...

Le dijo Furi tratando de esconder su preocupación.

-Kouki, dime, tú, ¿quieres saber sobre mis pla...?

-¡Oye tú! ¡Aléjate de mi hermanita! –Interrumpió una voz bastante conocida para ellos, la cual provenía de la entrada de la casa.

-¿Kai, hermano? ¿Qué haces aquí? –Preguntó extrañada Furi al voltear a verlo.

-Tch... -Solo se alcanzo a quejar Sei.

Sin embargo, antes de que pudiese responder a las preguntas de su hermana, Kai jaló a Kouki lejos del peli rojo, quien solo lo saludo amablemente tratando de guardar sus instintos asesinos lo más que pudo, al sentir como su novia le fue arrebatada.

-Kai por favor, sabes que él es mi novio y hoy es 14 de febrero –Le dijo Kouki tratando de regresar con Sei.

-Pues solo dale su maldito chocolate y...

Kai quedo en blanco, ya que al jalar del suéter a su pequeña hermana se percató de la per de sus pesadillas: el cuello de su hermana había sido mancillado.

-K-Kou... ¿qué es esa m-marca?

Furi tapo de inmediato su cuello con su suéter, pero fue muy tarde después de todo Kai trató de saltar sobre Sei bastante molesto, sobre todo, al ver a esté ultimo sonreír triunfante, sin embrago, Haru salió en ese momento para detenerlo.

-Disculpen, pero como saben mi esposo es muy impulsivo –Les expresó Haru mientras les servía a todos una taza de té, después de hacer entrar a todos en la sala para que se calmasen, sobre todo Kai quien seguía mirando a Sei con ojos asesinos.

-Es raro que estén en casa ¿y mis papás? –Preguntó Furi tratando de hallarlos en algún lugar de la casa.

-Salieron, al parecer ahora ellos también decidieron festejar el día –Dijo riendo Haru

-¿Qué? ¿El té o la casa te parecen poca cosa? –Le preguntó molesto Kai a Sei al ver que el peli rojo miraba con algo de intriga cada parte de la casa que este podía divisar y el té que se la había servido.

-Para nada. Solo quiero saber más sobre el lugar donde Kouki creció. –Le respondió tranquilamente Sei, después de todo sabía que esta vez él había sido quien había ganado.

-Tú... -Expresó aun molesto Kai.

-Basta, basta. –Lo calmo de nuevo Haru sentándose a su lado.

Así después de un rato y de bastantes amenazas de muerte con la mirada, Sei se retiró, no sin antes robarle un beso a su novia, quien al inicio se preocupo de que los viera su hermano, sin embargo, al parecer, Haru se las arreglo para que este no los viera y que los dejará despedirse en paz.

-Ese maldito peli rojo –Lo maldecía Kai al espiarlo por una de las ventanas.

-Kai, sabes que ese peli rojo es a quien tu hermana ama y a quien ha elegido... por suerte para ambos.

-Pues yo hubiese preferido que lo odiará o que jamás se hubiesen conocido –Exclamó Kai cerrando la cortina e irse a sentar de nuevo a la sala –Además esa sabandija le hizo una horrenda marca al cuello de mi Kou –Expresó por ultimo casi llorando.

-Oh, vamos, si a tu también me las has hecho.

-Pero eso es diferente... ¡e igual preferiría que jamás volviera a poner un pie dentro de esta casa!

... 5 meses después...

-¿Qué hace este tipo en la casa? –Preguntó muy mal humorado Kai al ver sentado en la mesa a Sei –Creí haberte dicho que no volvieras, nunca, jamás, que desaparecieras...

-Kai –Le hablo su padre –Necesitamos que te sientes para hablar de algo muy importante contigo.

-¿Importante? Por favor, ¿no me digan que es referente a este tipo?

-Kai –Le hablo ahorasu madre sentándolo a la mesa –Seijuro-kun se quedará a vivir una temporada connosotros... 

AKAFURIFEM - ENTRE TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora