Casi Como Un Vicio.

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   Nada cambiaba, todo seguía igual de mal. Claro está que lo peor de toda la situación, era mi estancamiento tanto con la situación y la clase de vicio, que permanecía de tal manera que no hallaba la solución.

   Cada una de las lesiones en mi abdomen, eran las veces que no veía a mi mamá y a mi hermana...

   Ya ni me reconocía, era como si ni existiera. Para la sociedad, sólo alguien más que formaba parte de la población mundial;  para mí, no era nada.

   Mis creencias fueron desaparecieron. Buscaba pretextos y me lamentaba cada vez que podía. ¿Qué si existe un Dios? Depende de a quién se lo preguntes; según yo, lo hay. Una de las limitaciones resaltantes es el incumplimiento con la diversidad total. Apoyo el amor gay "LoveWins" ; de modo que la Biblia no, ya es un gran desacuerdo.

   He entendido muy bien que no soy muy discreta a la hora de ocultar algo sobre mí, puesto que la mayoría entendía lo que hacía en ese entonces.

   No era del todo fría, pero eso parecía. Estaba realmente más frágil que nunca. No tenía ni el mínimo autocontrol --se lamenta--.

   Una de las cosas las cuales temo (sí, aún), es que no tuviera el valor de poder dejarlo. Estaba exhausta, y ya ni sentía que pertenecía aquí, en este mundo. Ya formaba parte de mi cotidianeidad. Al principio (puedo declararlo ahora), me importaba realmente lo que le hacía a mi cuerpo. No es nada honorable  tener esas cicatrices después de todo aquello --asegura--.

   Pensaba en mi familia constantemente. Mi mejor amiga y yo, perdíamos el contacto cada vez más y más. Nadie sabía mi situación, solo suposiciones...

   Mi abuela tenía una clase de plan. A menudo escuchaba las conversaciones que ella tenía con mi madre (las que ella podía tener, pero yo no), acerca de cosas que "yo le hacía", realmente exageradas. Ella sólo lloraba cuando conversaba con mi madre.
   
   Hasta que un día, todo dio un giro. Decidí comunicarme con mi padre. Todo tenía que cambiar luego de cambiar de entorno, ¿no? Y sí que lo hizo...
   

   

El Día Que Conocí A JhosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora