Simplemente Mía © || Trilogía Híbridos #1 ||

Capítulo 7

Capítulo 7 - Parte 2

Sofía

¿Dónde estoy? Pues, yo me preguntó exactamente lo mismo.

Nunca había visto esta parte del internado, sin embargo, Luca parecía conocerlo a la perfección.

Él tenía cargado a Ryder mientras subía por las escaleras.

¿No le pesa? Lo digo porqué el chico es delgado... Y muy lindo, para que negarlo.

- Estás muy callada - comentó Luca.

- Es que, no se que decir... ¿En dónde estamos? - le preguntó agarrando mis manos con frío y el vestido corto no ayudaba en nada.

- En la torre principal, es normal que no la conozcas. No muchos entran aquí... - respondió y abrió una puerta blanca.

- Con razón no lo vi en el recorrido... - susurre para mí.

- No muestran todo en ese recorrido, solo las partes importantes. Esta lo es, pero no tienen el permiso de entrar - me dice y me invitó a pasar al gran salón.

Vaya... ¿Me puedo considerar importante? Lo dudo.

Cerró la puerta y se acercó a un sofá con forma de L, dejó a Ryder encima y se estiró después.

- ¿Dónde lo encontraste? - me pregunta curioso.

- En el jardín, cerca de la fuente. El salió prácticamente de la nada - dije sentandome en el sofá.

- Entonces estaba consciente y luego de caminar se desmayó - asenti a sus palabras -. Bien, espera aquí - me pide y salió por otra puerta.

Miré a Ryder, así incluso era más lindo que cuando estaba despierto y diciendo que soy suya.

Otra vez tu y yo solos, amigo.

Deje de mirarlo y mire a mi alrededor, había una estantería repleta de libros, en frente de mi había una pequeña mesa y un poco más lejos un televisor pantalla plana que a sus lados tenía dos parlantes de música.

Me levanté y me acerqué a la estantería, saque uno de los libros.

La leyenda del lobo blanco.

Abrí el libro y lucía realmente antiguo, no decía el nombre del autor, simplemente el título y luego los capítulos. Comencé a leer los primeras líneas y quede realmente fascinada.

Trataba sobre hombres que tenían la capacidad de convertirse en lobos.

Más conocidos como Hombres Lobo o simplemente como licantropos, algo así.

Había leído varias historia sobre este tema, ya que era muy fan de lo "irreal" y fantástico. Aunque en mí opinión, todo podía ser real mientras pienses que lo es y yo estaba completamente segura que lo "irreal" existía.

Era una persona abierta. Sin embargo no creía en dios... Bueno, un poquito sí, ya sabes en esos momentos donde estas en plena crisis y eres capaz de creer hasta en un cerdo volador.