Prólogo

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El reloj despertador suena como todos los días a las 06:00 hr. El monótono pitito retumba en la habitación y en los oídos de Hyukjae, de inmediato estira la mano y lo apaga, sin abrir los ojos. Se sienta en la cama y se restriega el ojo derecho, perezoso, aun tiene sueño, pero su rutina es más importante que dormir unos minutos más. Esta le da sentido a su vida y lo tranquilizaba. El orden es muy importante para Hyukjae.


Se levanta de la cama de un salto y va al baño, como todo los días con un ojo abierto y el otro cerrado, conoce el camino de memoria al baño, pero eso no evita que choque con el marco de la puerta, se acaricia la frente, adolorido y entra al baño a lavarse la cara para espantar el sueño.


Lo siguiente en su rígida rutina es media hora, exacta, cronometrada en la caminadora, después quince minutos de abdominales y quince más de flexiones, al terminar Hyukjae siempre levanta su camiseta y observa sus abdominales, tener una cara poco agraciada no es motivo para no cuidar su cuerpo, (aunque no tenga a nadie para que lo admire el resultado de su duro trabajo, a parte de si mismo)


Un suspiro escapa de su boca.


Termina sus ejercicios a las 07:05 hr., la ducha le toma como siempre cinco minutos, cepilla sus dientes por dos minutos exactos, una vez más, tener una sonrisa horrible no es motivo para no cuidar de su higiene dental, por que lo único que le falta también, es tener mal aliento.


Se viste con uno de sus elegantes trajes que usa solo para ir al trabajo. Si, pese a su apariencia, a Hyukjae le gusta vestir bien, llamenlo vanidad, llamenlo premio de consolación, de todos modos Hyukjae compra solo ropa de calidad, aunque a veces no llega a fin de mes.


Para las 07:20 hr. esta listo y saliendo por la puerta de su departamento, antes de salir comprueba que todo este en orden; luces apagadas, el gas cortado, las llaves de agua bien cerradas y todo ordenado y en su lugar.


Como todos los días antes de salir del edificio, revisa su buzón en el hall y como todos los días no encuentra nada a excepción de publicidad, lo cierra y bota los papeles inútiles a un basurero, tal vez piensen que es extraño revisar su buzón por las mañanas y no por las tardes, simplemente Hyukjae lo hace por que a esa hora no se topa con nadie, es un poco ermitaño o mas bien muy ermitaño.


Mira su reloj, las 07:25 hr. Justo a la hora para alcanzar a tomar el autobús que lo lleva al trabajo. En la puerta se topa con el joven conserje del edificio, él cual como siempre que ve a Hyukjae se inclina con respeto sin decir ni una palabra. Nunca le ha visto el rostro, el joven parece ser mas o menos de la misma edad que él. La gorra de béisbol que siempre usa lo cubre de la vista de Hyukjae y aunque siempre responde el saludo del joven nunca a hablado con él.


¿Para que?


Sube al autobús a las 07:30 hr, como siempre a esta hora el autobús esta lleno de personas que al igual que Hyujae se dirigen a sus trabajos, mira a su alrededor buscando un asiento desocupado y maldice en silencio, pero igual se sienta, para su suerte el único asiento desocupado esta al lado de un hombre realmente grande, obeso, que come un sándwich de atún, el autobús esta impregnado con el olor.


Hyukjae arruga la nariz


Se mueve en el asiento tratando de acomodarse, Hyukjae es delgado pero no por eso este hombre tiene que ocupar la mitad del asiento que se supone es para otra persona, empuja un poco al hombre con su hombro pero no logra nada, el hombre sigue ocupando asiento y medio.


Enojado clava una dura mirada en el hombre, el hombre le sonríe y deja ver parte del sándwich a medio masticar dentro de su boca, Hyukjae hace una mueca, el hombre vuelve a sonreír y le ofrece parte de su sándwich, Hyukjae mira en otra dirección sin pronunciar una palabra. Una mujer unos pocos años mayor que él se le queda mirando como queriendo decirle algo, Hyukjae la ignora y enfoca su vista en el piso del autobús.


¿Porque tiene que cederle el asiento, si él también ha pagado su pasaje?


Para cuando llega a su parada, veinte minutos han pasado y esta de muy mal humor, el hombre junto a él lo aplastó todo el viaje y ademas sacó otro sandwich de atún de su bolso y trató de que Hyukjae comiera con él, la mujer que trató de ignorar se paró juntó a su lado y le golpeó la cabeza con la cartera durante todo el viaje fingiendo que no se daba cuenta de lo que hacia.


Tal vez se lo merecía.


Hyukjae desciende lo mas rápido que puede y sin querer choca con un joven de su misma edad y en vez de disculparse, le llama la atención por no tener más cuidado al caminar.


Las 07:45 hr. tiempo suficiente para ir a su cafetería favorita ubicada al frente del edificio donde trabaja, entra y va directo a la caja y pide un latte extra grande, el chico en la caja le sonríe alegre, Hyukjae solo le entrega el dinero para que se pague del latte, el chico se despide, Hyukjae le hace un mueca y se va.


A las 08:00 hr. En punto marca su entrada a trabajar, va directo a su cubículo, sin saludar a nadie, trabaja toda la mañana cabeza gacha, sin dirigirle la palabra a ninguno de sus compañeros. Almuerza solo en su escritorio mientras que sus compañeros van a la cafetería de la empresa a comer.


Aprovecha el tiempo que le sobra del almuerzo para adelantar su trabajo.


Después del almuerzo su nuevo flamante jefe, va hasta su cubículo y con una sonrisa burlona deja sobre su escritorio un montón de papeles para que los revise, su jefe se le queda mirando por un instante, sacude la cabeza y se va sin decir nada.


Hyukjae hace otra mueca a espaldas de su jefe, claro. EL rostro se le va arrugar de tanto hacer muecas, pero no puede evitarlo, ese hombre era su dongsaeng no solo por edad, sino también por el tiempo que llevan trabajando en la empresa de contabilidad. Hyukjae cumplirá cinco años trabajando aquí en dos meses y ese hombre que se hace llamar su jefe apenas dos.


No es justo, ese ascenso debió ser para él.


Sale de su trabajo a las 18:00 hr. Como todos los días llega a su casa a las 18:35 hr. Va directo hacia las escaleras, a Hyukjae le gusta por dos motivos usar las escaleras; número uno le sirve de ejercicio y número dos nadie mas usa las escaleras.


Entra en su departamento, revisa que todo este como lo había dejado, trabaja en algunos documentos que trajo del trabajo antes de cenar, la cena era un paquete de ramen instantáneo y un jugo de naranjas de una botella comprada en el supermercado, este día tiene hambre así que abre otro paquete de ramen y se lo come. Para las nueve de la noche no tiene nada más que hacer, ve las noticias hasta las diez y media y después se va a dormir.


Y así termina otro excitante día en la vida de Lee Hyukjae.




Nota: De aquí en adelante los capítulos son cortitos, se los advierto para que no se desilusionen.

*Espero que les guste el fic*


Mensajes De Un DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora