Capítulo 1

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-Solo un poco más-murmuró para sí misma.

Ahí se encontraba ella sobre la rama de un árbol. Sus ojos oscuros veían con detenimiento los movimientos del ciervo. Escondida en las sombras acechaba a la criatura con su arma lista para atacar. Su mano izquierda sostenía la madera mientras que la derecha mantenía la cuerda tensa.

Un sonido se escuchó sobre los arbustos llamando la atención de ambos. La joven se sobresaltó por el ruido y como consecuencia soltó la flecha, la cual llegó a parar en un tronco de árbol, cerca de su objetivo. El ciervo se espantó por el disparo de la joven y se echó a correr hasta perderse en el frío bosque.

-Maldición- susurró ella al ver en la dirección por la cual el animal se había escapado.

Miró hacía donde el ruido había provenido. Con cautela tomó otra flecha y la preparó en su arco apuntando a los arbustos. Una figura salió de ellos y cuando miró en la dirección donde ella se encontraba la saludó silenciosamente con su mano. Ella negó con la cabeza y guardó la flecha sobrante en el carcaj. Posteriormente bajó del árbol de un solo salto.

-Por tu culpa he perdido mi presa-soltó la joven una vez estando en el suelo mientras señalaba al chico enfrente de ella.

-Tenemos suficiente comida en casa, no era necesario cazar- se defendió él mientras la miraba con burla.

-Pensaba venderlo, no nos vendría mal algo de dinero.- Se quitó la capucha negra que anteriormente cubría sus oscuros y lacios cabellos.

-Será la próxima entonces- dijo él y se volteó dándole la espalda a ella para empezar a caminar de regreso al pueblo.

-¡Oye!- se quejó  al recibir el pequeño golpe en su cabeza por parte de ella.

-¿Qué? ¿Creíste que te salvarías de mi pequeño castigo?- Ahora era ella quien lo miraba con burla.

-¿Por qué un castigo?- preguntó con un poco de burla, pero igual recibió otro pequeño golpe en su cabellera negra.

-Y todavía preguntas- rodó sus ojos un poco molesta-.Puede que tú hallas adquirido la fuerza de padre, pero tan siquiera yo tengo la inteligencia de madre.

-¿Y de dónde habrás sacado la agresividad?-murmuró él para sí mismo- ¡No, no, no! Bien me callo.- Colocó sus manos en forma de rendición al ver la expresión seria y amenazante de su hermana.

-¿Qué te trajo por aquí?- preguntó ella mientras empezaban a caminar de regreso al pueblo.

-El tío me mandó por ti- suspiro cansado-. Va a salir de nuevo, ya sabes lo de siempre- dijo mientras miraba la tierra. Sus pies encontraron una pequeña roca y empezó a patearla suavemente al caminar.

-¿Te ha dicho alguna razón en general?- lo volteó a ver con el ceño fruncido.

-¿Razón en general? No ¿A qué te refieres?

-Sí, digo que es un poco extraño que te haya mandado a ti por mí. De ser un viaje completamente normal se habría esperado hasta la cena para contarme.

-Tienes un punto-dijo el pensativo-. Bueno ya veremos que será- decidió no darle tanta importancia al tema, al fin y al cabo su hermano tenía razón, pronto lo averiguarían.

-¿Melania?- preguntó él rompiendo el silencio. Ella volteó a verlo y con su mirada le ordenó que prosiguiera. Su hermano tomó un suspiro.

-Q-qué, digo- vaciló, pensando si debería soltar aquello- ¿Qué harías si yo me fuera?- soltó nervioso, ganándose una mirada extrañada de su hermana.

The Real Queen Of NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora