XXXV

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Capítulo 35: La luna.

[POV Camila]

Salí corriendo de la cancha antes de salir del polideportivo de la ciudad y sentarme en uno de los bancos frente a este. Mis manos temblaban y era  incapaz de seguir caminando. Las lágrimas me quemaban las mejillas, todo me dolía. ¿Cuántos meses llevaba sin verla? Tres. ¿Sin oír su voz? Uno. Era bastante doloroso​ viajar por el mundo sin poder ver mi hijo, mi novia o mi familia, pero saber que puedo perderla por un sueño que ni siquiera sabía que tenía.. Era demasiado para mi. Era incapaz de seguir cantando sabiendo que el amor de mi vida podría escaparse de mis manos. Sé que la amo porque si me darían a elegir las veces que fuera entre ella y cantar, la elegiría todas las veces sin pensarlo.

Pero no podía entenderla, no podía empatizar con ella, era incapaz de hacerlo. ¿Dolía no poder verme? A mi me dolía diez veces más. Verlos a través de una pantalla nunca era suficiente. Solía ver mi hijo cada dos semanas, Nathan y él cogían un avión hasta el destino donde me encontraba, durante todo el fin de semana. Sé que con el trabajo de Lauren no era tan fácil para ella. Sé que nuestros trabajos no eran compatibles, ¿pero que podía hacer? ¿Dejarlo todo ahora que estaba en mitad de todo esto?

Hace tres meses, la última vez que vi Lauren, ambas fuimos a una clínica privada de inseminación artificial. Estábamos listas para empezar una nueva vida, crear una vida entre ambas. No funcionó. O al menos eso pensamos cuando dos semanas más tarde, en una videollamada, el test de embarazo salió negativo. Sé por experiencia que los test no son fiables, cuando me quedé embarazada de Jack los dos primeros test fueron negativos. Pero esta vez era diferente, era una inseminación artificial por lo tanto, si el test decía que era negativo, lo era. Al menos en mi cabeza.

Hace un mes, la última vez que hablé con ella, discutimos. Una vez más. La distancia es dolorosa, la distancia hace que las personas digan y hagan cosas sin sentido a pesar del amor que se pueden llegar a tener. Cuando supe que estaba embarazada, hace exactamente una semana, la primera que llamé fue Normani. Dinah estaba muy ocupada para contestar. Ella era consciente de mi situación y de lo ridículo que podíamos ser Lauren y yo al discutir. También me dí cuenta que Lauren no estaba del todo equivocada, tenía mucha razón. Me dedicaba a mi carrera musical y la dejaba de lado. Veía mi hijo tan poco que me perdía mucho de su vida. Y cantar no valía ni un cuarto de lo que me aportaban ellos. Al saber que estaba embarazada, que tenía una nueva vida desarrollándose en mi interior me hizo abrir los ojos. Necesitaba Lauren, amaba Lauren, estaba locamente enamorada de Lauren. Y no podía perderla.

—Cam.. —Escuché tras mi, sobresaltandome. —¿Estás bien?
—Preguntó Dinah antes de acomodarse a mi lado, algo apenada. Me negué enseguida antes de estallar en lágrimas una vez más y fundirme en sus brazos. —Normani me dijo que estabas embarazada, yo.. No te devolví la llamada porque estaba en una reunión y después paso un tiempo y.. Lo siento.

—Nadie lo sabe. —Informé y ella asintió.

—Lo sé.

—Ni si quiera Lauren.

—¿No pretendes decírselo?

—No quiero obligarla a estar conmigo por el bebé. Quiero que éste conmigo porque me quiera, no por obligación.

—Pero le estarías mintiendo, Cam, ella es la madre del bebé también.

—Lo sé.. —Suspiré. —Pero necesitó recuperarla por mi misma, sin excusas ni obligaciones, ni compromisos.

—Ella te ama, esta dolida porque la distancia nunca es buena en una pareja. Por mucho que se quieran o se esfuercen.

—Ese es el caso Dinah. No me esforcé.

Gonna Get BetterWhere stories live. Discover now