Capítulo XVIII

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- Bueno Kyle, lo siento muchísimo, de verdad, yo no quería...

- No es nada, estoy bien, de verdad.

Sofía se mordía el labio, moría de ganas por preguntar el por qué de su purpurina.

- Perdona mi indiscreción, pero si no te lo pregunto, reviento...

- ¿El qué? - preguntó Kyle recolocándose el algodón de la nariz.

- ¿Por qué estás cubierto de purpurina?

Kyle se quedó perplejo.

- ¿Pu... puedes verlo?

- Claro que puedo verlo, tengo ojos, ¿sabes? - respondió Sofía.

- No me refiero a eso, es que no todo el mundo puede verlo...

- ¿Cómo que no? 

- No, digamos que es algo reservado sólo para cierta gente, pero ya que has preguntado, no es purpurina, podría decirse que en este mundo hay pieles brillantes, pero prefiero no hablar de ello...

- Está bien, está bien, no quiero ser entrometida.

- Silencio incómodo- 

- Bueno, creo que es mejor que te vayas, al fin y al cabo no te conozco y ... 

- Sí me conoces, sabes cómo me llamo y yo sé cómo te llamas, todo perfecto, además, quería saber cómo estabas después de lo de ayer, este Adam es que no tiene remedio, como lo vea por aquí le meto un...

- ¡NO! ya le di yo, ya tiene bastante, ¿de qué conoces a Adam? - preguntó Sofía intrigada.

- Esto es un sitio pequeño, aquí nos conocemos todos, a Adam no lo conozco personalmente, pero se habla mucho de él... y es un niñato, un niño de papá...

- ¿Por qué lo dices? - le preguntó Sofía.

- Por ser hijo de quien es, simplemente por eso, se cree mejor que el resto.

A Sofía no le daba esa impresión, pero tampoco le conocía al 100 por 100 para juzgarle.

- ¿Te gusta el peluche? - preguntó Kyle.

Era un pequeño peluche de una pantera, le encantaba.

- Me gustan mucho las panteras, en realidad todos los felinos en general.

- ¿Eres muy felina? - preguntó Kyle riéndose.

Sofía le fulminó con la mirada.

- No, rectifico, así pareces un búho enfadado - dijo Kyle casi atragantándose por la risa.

A Sofía le hizo reír. Estuvieron riendo un buen rato, hasta que a ella le dolía la barriga y la cara de tanto reír.

- Creo que me voy a ir, te dejaré avanzar en tus estudios, que te hará falta - dijo Kyle mirando los libros amontonados que tenía Sofía sobre la cama.

- Sí, mejor - dijo Sofía secándose las lágrimas producidas por tanta risa. 

- Saldré por la ventana mejor - dijo Kyle.

- Otro que prefiere las ventanas más que las puertas - pensó Sofía. 

Estaba Kyle bajando por la pared y Sofía mirando la calle, cuando ésta se dio cuenta de que alguien venía hacia la entrada de principal del lugar donde se estaba quedando. Ella misma no sabía cómo catalogar aquello, ¿hotel? ¿casa rural?, ni idea.

Reconocería aquella figura a kilómetros.

- Para, para, para Kyle, no bajes todavía - le susurró Sofía a Kyle, que ya llevaba media pared bajada.

Con la salida del Sol - NO CONTINUARÁWhere stories live. Discover now