Capítulo 8

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—Gracias por traerme a casa Mauricio, pero no era necesario. —Espeto la chica seriamente, el rubio la miraba fijamente antes de hablar.

—No tienes que agradecer Emma —Dijo sin dejar de mirarla—. Lo que quiero es que veas que no soy el hombre que conociste al principio.

Emma lo mira fijamente a los ojos.

—Quisiera creerte, pero cada vez que trato de hacerlo, me acuerdo de ese horrendo día que me hiciste esa propuesta indecente.

—Lo sé, y no sabes cuánto lamento el haberte tratado de esa forma, pero tienes que entender que soy un hombre que prácticamente se la pasado toda su vida —Emma le tapó la boca al rubio.

—No necesito escuchar eso, si lo dices por lo que paso esta noche, olvídalo, nada va a pasar entre nosotros —Dijo la castaña antes de salir del auto del rubio—. ¡Buenas noches Mauricio! —La chica se alejó muy seriamente del auto del joven, dejando a este solo mirándola fijamente.

Mauricio solo se quedó mirándo como se alejaba de su auto y entraba a su humilde hogar donde desapareció segundo después. El joven estaba sintiendo algo que jamás había sentido en su vida, por primera vez no estaba viendo a Emma con fines de lujuria, sino más bien algo que ni el mismo se podría explicar.

Luego de unos minutos de soledad pensando en aquella chica que le salvo la vida, este decide irse hasta la mansión, para descansar y poder salir por la mañana hacia los estados unidos, pero con lo que paso esta noche, el joven no podrá dormir.

*****

Mientras tanto, Emma estaba en su cama, pero aun despierta. Lo que paso esta noche con el hombre que hasta hace unas horas odiaba, se empezaba a convertir en otra cosa. Y lo peor de todo es que es irresistiblemente guapo, y era algo que no podía evitar.

— ¿Qué demonios pasa contigo Emma? —Pensó—. Hasta hace unos días lo odiabas, pero ahora estas bien bobaditas por ese tipo. ¡Quién te entiende!

La chica se imaginaba cosas en la cabeza que por un momento pensó que Mauricio estaba en su dormitorio.

— ¿Mauricio? —Pregunto a una figura que estaba parada frente a ella-, ¿Mauricio eres tú?

—No Emma, soy José Elías. —Hablo de pronto la voz de su hermano.

El menor se quedó parado ahí quiero cuando Emma se levantó, encendió la lámpara de su dormitorio y fue directamente a abrazar a su hermano. El chico parecía como un zombi, solo estuvo ahí inmóvil en el mismo sitio donde Emma lo encontró, y al parecer está llorando. La chica no entendí que era lo que pasaba con su hermano, así que le tomo de la mano y sentó junto a ella en la cama.

—José, ¿Por qué estas así? —Pregunto la chica acariciándole su mejilla.

—Ya no puedo más, Emma. —Contesto el menor con lágrimas en los ojos-. No puedo con esto que siento.

— ¿No le has contado nada?

—No, tengo miedo de decirle.

Emma lo acerco a ella y le dio un fuerte abrazo.

—José, si no le dices a Emilio, Nunca te tomara en serio.

—Es que no sé cómo el reaccionaria, quisiera poder gritarle que lo amo, pero no es fácil. —El menor abraza muy fuerte a su hermana, para ponerse a chillar en su pecho.

Emma se lamentaba por no poder ayudar a su hermano menor. Y es que desde que se enteró que su hermano es homosexual, no ha hecho más que brindarle su apoyo, a pesar de que el menor se niega a esto. Ya que, para él no es fácil afrontar que de la noche a la mañana le gusten las personas de su mismo sexo. Pero eso es algo en lo que la castaña no puede hacer nada.

****

A la mañana siguiente todo marchaba de manera normal, Mauricio al fin pudo llegar a Seattle a pesar de que su hermano lo estuvo a punto de matar por todo el tiempo que este lo estuvo esperando en el restaurante en la hora del almuerzo. Claro, Mauricio igual no logro dormir anoche por no dejar de pensar en Emma. Es más, en la reunión con los inversionistas, el joven no presto nada de atención a lo que se habló en esa reunión, es como si su mente estuviera en otro planeta.

Luego de esa fatídica mañana los jóvenes estaban en su limo camino de vuelta a la ciudad, sin embargo, el trascurso del viaje se mantuvo en total silencio.

— ¿Lograste hacer algo? —Pregunta Robert de pronto, trayendo al rubio a la realidad.

Te odio Robert —Pensó. —No pude. —Dijo lo primero que se le vino a la mente.

—¿Paso algo?

—Demasiadas cosas, diría yo.

—¿Cómo? ¡Y no has contado nada! —Se quejó el menor.

—Tampoco es que sea algo grave. —Reprocho el rubio.

Robert miro incrédulo a su hermano.

—¡En serio! ¿Vas a contar o no?

Mauricio de pronto le hace cara de querer matarlo con los ojos.

—¿Qué me vez? —Pregunta Robert al ver la cara de su hermano.

—¿Te quieres callar por favor? —Le contesta Mauricio con otra pregunta.

Robert solo le hace mueca con la cara y se voltea para su lado de la ventana y así no verle la cara de enojado que tenía en ese momento.

Hola........

Lo se, tengo mucho que no actualizo, pero ya me voy a poner al día para traerles su serie dramática favorita........

Un anuncio mas, ya nos estamos acercando al capitulo final que ya esta muy cerca. Tal vez sea en el capitulo 11 o 12 por hay, lo cierto es que la novela es mas corta que todas las que he escrito. 

Bueno, eso es todo. Hasta el próximo capitulo............

Emma ¡Tu serás mía!Where stories live. Discover now