Enamorado solo de Tí

Capitulo trece: Amor y más amor

Aqui les dejo el ultimo capitulo de la semana esta el otro viernes, muchisimas gracias por votar y comentar sigan por favor. Las quierooooooooooooooooo

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Nathaly 

No podía creer lo que estaba viendo, todo era hermoso, había pequeñas velas en el piso que hacían un camino hasta la cama en las mesitas también habían velas pero estas eran un poco más grande, en la cama estaba escrito “Te Amo” con pétalos de rosas de color rojo

- ¿Te gusta?- pregunto Sebastián detrás de mí, yo voltee a ver tratando de retener las lagrimas

- Me encanta, ¿en qué momento hiciste esto?- pregunte incrédula

- Cuando llegue el supermercado acomode todo y hace más o menos diez minutos subí a encender las velas- dijo encogiéndose de hombros, yo me lance a sus brazos aun si poderlo creerlo

- No puedo creer que hayas hecho esto- dije acariciando su mejilla

- No te he hecho algo romántico desde hace bastante tiempo y la verdad no quiero perder el toque- dijo mirándome con una sonrisa

- Eres un cursi- me burle, su sonrisa se hizo más grande

- Si pero soy tu cursi- dijo cerca de mis labios

- Dios, claro que sí, eres solo mío- conteste él sonrió y rozo mis labios con los suyos

Un toque de los más delicado y tierno, me llevo caminando hasta la cama y me recostó suavemente, mire a ambos lado de la cama y tenía pétalos por todos lados, el olor era exquisito, Sebastián comenzó a besar mi cuello tiro de los lazos que sobresalían del bikini y quito el nudo de la parte de arriba, dejo besos húmedos hasta el nacimientos de mis senos, arquee la espalda para que quitara el otro nudo, así lo hizo, fue a mis senos y los besó, tirando levemente de los pezones haciendo gemir. Luego bajo hasta mi abdomen besando toda la piel expuesta, quito ambos lazos de cada lado de la parte de abajo del bikini. Comenzó a besar desde mis pies, hasta la parte interior de los muslos pero sin tocar mi feminidad, volvió a mi cara y la lleno de besos: en mis mejillas, en mi nariz, mis ojos y en mi frente

- Eres tan hermosa, todavía no sé qué haces conmigo- dijo mirándome, yo fruncí el ceño 

- Será porque te amo tonto- dije acariciando su mejilla, él sonrió de lado 

- Yo también te amo, más que a mi vida- dije en un tono dulce, yo sonreí lo jale de la nuca y volví a juntar nuestros labios que estaban deseosos de mas          

Su mano se desliza por mi vientre llegando a mi parte más necesitada, estimulo mi clítoris y ahogue un gemido en la boca de Sebastián, acaricio mis labios vaginales para después introducir un dedo en mí y moverlo en círculos, el beso lo rompí por falta de aire, emití un pequeño grito cuando metió otro dedo en mi pero yo no quería sus dedos yo lo necesitaba a él, me acerque a su oído mordí con algo de fuerza su lóbulo y gruño

- Sebastián entra en mi por favor- suplique él saco los dedos de mi los llevo a su boca disfrutando de mi sabor

- Sabes lo deliciosa que eres- dijo en un tono ronco que me excitaba mas aun 

Se levando de la cama y se quitó sus bermudas vi su miembro erecto listo para la acción e instintivamente me mordí el labio, él se posición entre mis piernas y entro despacio, arquee mi espalda al sentirlo hinchase aún más en mi interior, es una sensación indescriptible. Sebastián comenzó a moverse a un ritmo suave disfrutando de cada estocada por lo contrario yo estaba deseosa de más rapidez

- Más rápido por favor- le suplique, y como siempre me complació, sus embestidas eran mas fuertes y rápidas 

- Después de tanto tiempo y aun sigues igual de estrecha- jadeo él, alce mi pelvis para encontrar sus embestidas

Mis manos bajaron de su espalda a su trasero apretándolo para sentirlo mas en mi, Sebastián mordió fuertemente mi pezón haciéndome gritar por el dolor y por el placer, luego lo succionada para disminuir el dolor. En un movimiento rápido yo estaba encima del, comencé a cabalgarlo rápidamente mientras lamia su torso hasta llegar a su cuello, sus manos se encontraban en mis caderas ayudando con el ritmo que queríamos, enterré mis manos en su cabello rubio y lo bese desesperadamente sentí mi cuerpo tensarse, el dolor que concentraba en mi parte baja era casi insoportable cuando ya no puede mas me corrí deliciosamente mientras mis espasmos apretaban el pene de Sebastián que no dejaba de gruñir y en la segunda o tercera embestida se corrió dentro de mi produciendo ese hormigueo que me dejaba extasiada, caí agotada encima de Sebastián con mi respiración agitada igual a la del, salió de mí y me coloco a su lado mi cabeza descansaba en su pecho

- Gracias por hacer esto tan especial- dije luego de unos minutos de silencio

- Yo no lo hago especial, tu eres la que hace todo esto único- dijo acariciando mi cabello

- Llevamos más de un año juntos y todavía me acuerdo cuando nos conocimos- dije riendo

- Yo todavía recuerdo la primera vez que te vi, estaba llegando el segundo día a la universidad con muchas chicas encima de mí y yo lo único que pude ver era esa melena castaña caminando al lado contrario del que yo estaba- dijo levante mi cara para verlo y tenía los ojos cerrados y con una sonrisa en los labios, acerque y le di un corto besos en los labios que hizo que abriera los ojos

- Y pensar que me caíste tan mal el día que estaban en mi casillero y mírame ahora imposible separarme de ti- dije y escuche su carcajada 

- A mí me encantaste desde la primera vez y mírame aun me sigues encantado cada vez más- susurro cerca de mi boca y luego mordisqueo mis labios

- La primera vez que me enoje contigo me llevaste en tus hombros hasta las gradas pasando por todo el pasillo principal- dije haciendo puchero recuerdo la vergüenza de ese día

- Si pero valió la pena- dijo orgulloso- También recuerdo nuestro primer beso en la enfermería de la universidad- sonrió 

- Y luego te evite toda una semana- dije haciendo una mueca

- Dios Nathaly he pasado tantas cosas buenas y malas contigo, pero lo loco fue que las recuerdo todas- dijo sincero yo lo analice unos minutos- ¿Qué?- pregunto él al ver que lo miraba tanto

- Nunca pensé que me iba a enamorar de esta manera- dije pensativa

- Pues créelo cariño porque estoy aquí- dijo engreídamente y yo me carcajee 

- Se me había olvidado lo modesto que eres a veces- conteste y fue su turno de reír, luego de hablar un rato más estaba muerta de sueño

- Creo que ya es hora de dormir nena- dijo besando mi frente yo asentí, las velas ya se estaban apagando me acerque más a Sebastián que tenía sus manos en mi cintura y nuestras piernas entrelazadas y en cuestión de segundos me quede dormida