nine.

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la anterior casa había sido vendida a una empresa encargada de demoler edificios antiguos, estropeados. por alguna razón me alegró saber que esa casa se había ido con todos los malos recuerdos que habíamos creado allí dentro.

estuve encerrado en el hospital por una semana con un asqueroso tubo en mi nariz y una aguja en mi mano. no tenía permitidas las visitas de amigos pero sí de familia, ellos me traían cartas escritas por mi grupo, regalos, globos.
me dejaron salir ganados los catorce kilos que necesitaba para poder caminar sin marearme, ellos esperaban afuera con grandes sonrisas y reprimidas ganas de abrazarme. pero yo seguía un poco débil y temían que si me tocaban yo me rompería.

por otro lado fui obligado a ir a terapia de grupo, no creé amistades, todos me parecían bastante inmaduros, llorones. hablé en voz alta sobre lo que había pasado y que la escuela me había llevado ahí para no joderles la imagen.

-¿aún no sabes quién dijo que tú la habías golpeado? -habló una pelirroja de ojos verdes oscuros. balanceé mi cabeza hacia los lados con los labios apretados.

-quizás fue tu amigo, el que dices tiene pelo de colores. y quizás no lo haya hecho esperando joderte, tal vez lo hizo porque te quiere, y te quiere sano. -espetó un chico menor que yo, portaba una camisa negra y jeans ajustados mostrando su extrema delgadez.

un ruido seco se hizo presente en todo el pasillo, todos nos miraban atentos, un medio círculo a nuestro alrededor.

-¿fuiste tú verdad? -su ceja se mezclaba con la sangre en su rostro, me miraba con los ojos casi cerrados, uno más hinchado que el otro.- ¡responde! -lo separé de la pared y volví a golpearlo, pero él no decía nada. había dejado de juntarse con nuestros amigos, ya nadie lo reconocía.

los gritos de la multitud me alentaban a golpearlo una vez más como lo hice minutos antes de arrastrarlo literalmente y pegarlo contra el salón de teatro.

-¿acaso no tienes otra cosa mejor que hacer, josh? andas jodiéndole la vida a todos porque estás solo, completamente solo, y no lo soportas así que te comportas como una pequeña perra para tener un poco de atención.

-tyler... acabas de describirte a ti mismo. -soltó una débil carcajada cerrando sus ojos morados.- ¡tú eres el que jode a todos, pedazo de basura! -gritó con las fuerzas que le quedaban. escupió en mi cara y luego de que los demás entrometidos abuchearan golpeé su nariz con el puño cerrado, provocando un fuerte "crack" seguido de mucha sangre manchando el piso, nuestra ropa. cayó al suelo intentando no tocar su nariz pero protegiendo que yo no le pegara otra vez.

le miraba desde arriba quitándole importancia, él no quitaba sus ojos de los míos. -pégame, vamos. -la adrenalina aumentaba, algunas venas resaltaban demasiado en mis antebrazos descubiertos donde todo el que quisiera podría ver mis cicatrices.- adelante, termina conmigo, ty. -rodeé su cuello con mi mano, levantando su cuerpo del frío piso de cerámica.

y de pronto, apareció brendon proporcionando un fuerte puñetazo en mi cara, josh cayó al piso junto a mí, mi cabeza rebotó contra el suelo.

iba a matarlos, a ambos.

o yo me mataría.

n/a: tonto, tyler, tonto.

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