Nightmares (Bubbline)

2.

Pov. Omnisciente.

-Princesa.- Llamó en voz alta Finn, mientras golpeaba la puerta del laboratorio.

-Hemos llegado. Venimos a ayudarla.- Dijo Jake. Ambos entraron al laboratorio, no sin antes escuchar un suave "adelante" por parte de la princesa.

-Chicos, ¿A qué debo esta visita?.- preguntó la princesa mientras veía dos tubos de ensayo, verificando su color.- El tubo Nº56 se está volviendo rojo.- comentó en voz baja, para luego tomar un lápiz y escribirlo en una libreta.- Mientras en tubo Nº55 se está volviendo... Gris.- Volvió a susurrar y lo escribió en su libreta de anotaciones.

-Princesa.- La llamó Jake, tratando de no sonar grosero, al interrumpirla.

-Oh, Chicos. ¿Aún siguen aquí?.- preguntó soltando el lápiz y sacandose sus gafas de laboratorio.- Lo sinto. Estaba distraíada. Diganme ¿A Que se debe la visita?

Tanto Finn como Jake intercambiaron una mirada.

¿Ella no les había dicho ayer que hoy vinieran a su castillo a buscar una lista con materiales que necesitaba para su experimento?

-Princesa, usted nos dijo que voy vinieramos a buscar la lista.- Apuntó Finn, nervioso. Bonnibel cayó en cuenta. Tomó su libreta y arrancó una hoja de esta y comenzó a escribir en ella.

Cuando terminó se la entregó a Jake.

-¿Baba de caracol?.- Interrogó Jake, ceñudo, leyendo una de las cosas que aparecía en la lista.

-Sí, es que yo no salgo mucho del castillo, por asuntos reales. Además, no puedo simplemente salir y dejar a mi pueblo solo, chicos.- Se excusó perfectamente, Bonnibel.

-Está bien. Vamos, Jake.- dijo hablandole al perro. Finn estaba satisfecho por la respuesta.

-Vamos.- contestó este, aún ceñudo. La princesa se despidió de ambos con un gesto con la mano y ellos le devolvieron el gesto.

-¿Por qué la interrogaste?.- Se pusó las manos en las caderas, negando con la cabeza.- ¿No viste lo incómoda que se puso?.- Reprendió Finn a Jake

-Es que Finn... ¿Viste que apuntó las cosas ahí mismo?- Contraatacó el perro.

-Sí, porque, como nos dijo, no tiene tiempo con todas esas cosas del reino.- Defendió Finn a la chica que le gustaba.

-Ay, hermanito. Cuando no pienses con el corazón y sí con la cabeza... hablamos.

Finn se detuvo de manera abrupta.

-¿Perdona?.- Interrogó, molesto.

-Finn, hermano-

-¿Que quieres decir con eso?.- Preguntó, interrumpiendo al perro, el muchacho.

-Finn. Te quiero, hermano, por eso no quiero que te lastimen.- Respondió el perro, yendo al grano.

-La princesa no me va a lastimar.- Contestó el muchacho, en un susurro.

-Finn, más sabe el diablo por viejo que por diablo.- Respondió el perro.

-Tranquilo, no pasará nada, hermano.- Comentó el humano, rompiendo el silencio que se había hecho.

Eso es lo que me temo. Jamás pasará nada entre tu y la princesa, pensaba triste, el perro.

Finn retomó la marcha. Jake lo siguió, culpable, y se puso a su lado, en camino por la baba de caracol y las otras cosas de la lista.