El taxi

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-¡Yo la conocí en un taxi... en camino al club. Yo la conocí en un taxi... en camino al club!- cantaba a todo pulmón Nikiforov, incluso Yuri desde su habitación podía escuchar al ruso mayor cantando algo que claramente no era su idioma- ¡Me lo paró! El taxi... ¡Me lo paró! El taxi... ¡Me lo paró! El taxi... ¡Me lo paró!

Desde su habitación Yuri intentaba descifrar el idioma en el que cantaba Viktor. No sonaba como francés, inglés, italiano, menos aún japonés o chino. Una brillante idea cruzó por su cabeza. Tenía la aplicación de Shazam en su celular, sólo necesitaba acercarse lo suficiente para que la aplicación reconociera la canción. Con sumo cuidado se acerco al baño pero la aplicación no detectaba nada, quizás porque justo ahora Viktor cantaba en voz más baja y parecía no saberse bien la letra; abrió la puerta silenciosamente, ingresó el celular por la puerta pero no fue lo suficientemente discreto.

-¡Yuri! ¿Quieres una foto o un vídeo?- Viktor sacaba la cabeza por la cortina mientras el resto del cuerpo era tapado por esta, Yuri rápidamente huyó de la escena del crimen para ir a su habitación mientras Viktor reía para si mismo y continuaba bañándose.

Llevaban un año de relación pero Yuri seguía siendo muy vergonzoso en ciertos aspectos, sobre todo si incluía que él o Viktor estuvieran desnudos. Por otro lado Viktor jamás presentó ese tipo de problemas, ya tenía 29 años y era un hombre maduro, mientras su gatito tenía 17 años recién cumplidos. Aún recordaba la primera vez que lo vió (o al menos la primera vez que en verdad le prestó atención) 

Era una fría tarde de invierno, la lluvia caía fuertemente sobre la ciudad pero a pesar de todo Yakov  no había cancelado su práctica, tenía 22 años y pronto sería el GP y buscaba ganar el primer lugar por segundo año consecutivo. Iba en un taxi viendo las gotas chocar contra la ventana que estaba a su lado; iba distraído que cuando pararon creyó que ya habían llegado; sólo recogían a un pequeño y lindo rubio que al parecer también iba al club deportivo de patinaje artístico. El chico era un verdadero placer para la vista, aunque iba bastante abrigado y por lo tanto cubierto podía apreciar su delicado rostro, incluso se le podía confundir con una mujer  si no lo mirabas bien. Se sintió algo mal al verse completamente cautivado -y un poco excitado- con un niño que podría tener con suerte 10 u 11 años.


Ahora reía ante ese recuerdo, hace unos meses Leo De La Iglesia en una competencia le mostró algo de música latinoamericana y le llamó la atención una canción bastante pegajosa; cuando pidió saber que significaba rió por la extraña coincidencia. Ahora era un ritual cantarla en la ducha y pensar en ese pequeño.

Yuri seguía en su habitación, tenía dudas por la extraña canción; la había escuchado antes de la boca de Viktor pero ahora le atraía saber que decía. Mientras jugaba con su cabello apareció Viktor, vestido y con el cabello algo húmedo.

-Te vas a enfermar, seca tu cabello o lo que queda de él- Viktor rió ante el comentario de Yuri, vivir con él lo había obligado a acostumbrarse a las bromas respecto a su cabello (aunque se preocupaba mucho pero nunca frente a su pequeño rubio)-

-No exageres ¿Que hacías con tu celular en el baño? Sabes que si quieres puedes entrar cuando quieres- Le guiñó un ojo al menor dejando a este sonrojado y nervioso-

-Idiota, sólo quería saber que canción cantabas-

-¿Sabes lo que es preguntar? La canción es una que se llama "El taxi" y me recuerda mucho  nosotros- ríe y Yuri se extraña ¿Cómo le podía recordar a ellos una canción con ese nombre-

-¿Nosotros?-

-Claro, primero que nada porque te conocí en un taxi ¿Lo recuerdas? y segundo- tomó aire y se acercó discretamente a la puerta- segundo porque cuando te vi me lo paraste, y no el taxi.

Viktor huyó de la habitación mientras Yuri lanzaba peluches a la puerta que ya se encontraba cerrada.


El taxi- VikturioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora