Nathaniel Kurtzberg un artista novato, despierta sentimientos hacia su modelo de dibujo y compañera de clase Marinette
la actitud pacifica y noble de Nathaniel se ve corrompida por el enemigo de Paris, aceptando su trato, no intenta conquistar a la...
Marinette quería sorprender a su amado felino, usaría un lindo vestido azul el Sábado, estaba segura que le encantaría
Todo trascurrió con normalidad hasta que llego el viernes, saliendo de clases, iba a su casa
— ¡Marinette! -ella volteo y vio que Nathaniel corría hacia ella, se detuvo- — ¿que pasa Nathaniel? — hoy no podremos tener la sesión de dibujo, me surgió un improvisto ¿podemos dejarlo para mañana en la tarde? ¡Por favor! -rogó el chico- — ¿puede ser el Lunes entonces? -el sábado tenia su cita con Chat y el Domingo se ofreció a cuidar a Manon hasta las 2- — lo que pasa es que iremos con mi abuela al campo, y llegaremos mañana como a las 4 — ... Lo que pasa... — ¿ya no quieres continuar con las sesiones Marinette? -la miro con tristeza, sabía que jugar con su moral era suficiente para convencerla- Esta bien, dejemoslo para el Lunes, nos vemos entonces — espera... Pero tengo que irme antes de la 9 — ¡gracias Marinette! -la abrazo- nos vemos el sábado -se fue agitando su mano sonriendo- — -ella respondía agitando su mano sin ánimo- tengo que aprender a decir no Tikki... — mucha suerte con eso Marinette -rio la pequeña kwami-
La chica se fue con su vestido azul puesto, solo que se puso un suéter encima, para sorpresa de Nathaniel ella llego a tiempo, puso una alarma a las 8:30 para llegar a tiempo a su casa
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Nathaniel por su parte notaba como ella estaba ligeramente sonrojada, el chico pensó erróneamente que ella se puso tan linda exclusivamente para el. La alarma sonó
— tengo que irme Nathaniel, te veo el lunes -se fue rápidamente- — te llevare a casa, ya es tarde — no te preocupes me voy sola — ni hablar, es tarde y una chica no puede estar sola a estas horas — en verdad, no es necesario — te llevare -tomo su teléfono- vamos
Sin más que poder hacer, se dejo acompañar por el pelirrojo. La chica estaba segura que su acompañante caminaba a una velocidad lenta ¿no podía ir más rápido? Miro su teléfono, todavía tenia 15 minutos pero si el continuaba ese paso llegaría tarde
¿Que podía hacer para apresutarlo? "Demonos prisa, Chat noir me recogerá a las 9" o algo como "apura tu paso" o ya de plano "desde aquí puedo ir sola, adiós"
— ¿estas bien? Te vez algo desesperada — la verdad es que iré con mis padres a cenar y se me hace tarde — entonces apresuremonos, no quisiera retrasarlos
A pesar de su paso dinámico, llegaron a las 9:10, la chica miraba hacia los tejados por si Chat aparecía, cuando llegaron, su madre estaba cerrando la panadería
— llegamos -dijo el chico- — gracias por traerme, hasta mañana -se despidió- —buenas noches Nathaniel -saludo su madre- — buenas noches señora, lamento la hora -se disculpo el pelirrojo- pensé que los retrasaría, me alegra saber que no es así
"¡Rayos!"
— ¿como? -pregunto su madre- — por su cena, Marinette llego tarde por mi culpa, en verdad lo lamento — tranquilo -sonrio Sabine- lo bueno es que ya están aqui, pronto saldremos — nos vemos -se fue por fin su compañero- — hasta luego -dijo Marinette- hasta mañana mamá -intento huir- — antes de que subas cariño, ¿podrías explicarme esa cena que no recuerdo?
Genial... Marinette ahora dejaría plantado a Chat por inventarle algo a su madre...
— lo que pasa, es... — -al ver que su hija le daba largas, la señora Sabine hablo primero- bien... primero, en caso que no lo recuerdes, no me gustan las mentiras hija, segundo, me gustaría saber el origen de esa linda pulsera, y tercero... quiero la verdad
Demonios... ¿Decirle la verdad a su madre? ¿Ella le creería que esta saliendo con Chat noir? ¿Chat seguiría esperándola en el balcón todavía? Suspiro, ella sabía que tendría que decirle a sus padres tarde o temprano de su relación con el héroe de París...
— la cena que le dije a Nathaniel, la invente por que estaba caminando muy lento, y tenia que estar aquí a las 9... -su madre la miraba fijo, extrañamente inspiraba confianza- la pulsera, me la regalaron en san Valentin, esa es la verdad — ¿por que tenias que estar aquí hace media hora? — tenía una cita... — ¿una cita? ¿Aquí en la casa? — tenía una cita con la persona que me regalo la pulsera, nos veríamos en mi balcón — ... ¿Tenias una cita?... ¿en tu balcón? -por lógica sus preguntas eran puro sarcasmo- — si — ¿con quien? — ... Con Chat noir...
Su madre sabia que su hija no era mentirosa, pero simplemente sentía que estaba jugando con ella
— ¿me estas mintiendo? -pregunto súbitamente su madre- — no mamá, estoy saliendo con el desde principios de Febrero...
Sabine no sabia que decirle, ni como creerle, ella tenia esa mirada de sinceridad característica de ella, se tenían confianza pues ellos siempre le inculcaron esa virtud
— pero ya es tarde, creo que pensó que le plante por que no salí hace 45 minutos... -su voz era triste, su madre sonrió- — bueno, sube, pero si el esta arriba, llámame él tiene que pedirnos permiso -le guiño el ojo-
Sin pensarlo más, corrió hasta su habitación, y salio al balcón. Sintió un pinchazo en su pecho y encogerse su corazón, en el barandal de el balcón estaban atados con un listón blanco, dos claveles rojos. Sus lágrimas brotaron, le había dejado plantado en su primera cita...
Desato los claveles, con el mismo lazo volvió a juntarlos con un moño, se sentó en la silla que tenia junto a la trampilla, se sentía la peor persona del mundo...
Fácilmente paso una hora, ella espero por si el volvía, pero no fue así, vio como la trampilla se levanto, limpio sus lágrimas lo mas rápido que pudo, pero su madre ya la había visto llorar sosteniendo unos claveles en su mano
Su madre la abrazo, ella se refugio en su hombro
— lo e lastimado mamá -confeso- seguro que piensa lo peor de mi ahora -decia en un hilo de voz- — tranquila cariño, se que si le explicas la situación el entenderá ¿por que no lo llamas? — ... No se su identidad, puede ser peligroso -vio la cara de preocupación de su madre- el me cuida mucho -dijo para calmarla- — ... Entonces espera a verlo de nuevo, y hablas con él, por lo pronto entra, podrías enfermarte, cambiate y yo te traeré dos vasos con agua -Marinette la miro confundida- uno para ti y otro para las flores — gracias mamá
Su madre beso su frente y bajo, Marinette se levanto y suspiro cansada, se sentía aliviada de alguna manera, ahora su madre lo sabia y lo tomo se la mejor manera
