Un amor escolar

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ADVERTENCIA

(En este capítulo hay comentarios desagradables respecto aspectos físicos, lea con cuidado)

Fue en la primavera del 2002.

Padres despidiéndose de sus hijos en la entrada de la primaria, niños llorando y otros felices por su primer día de clases, mientras yo observaba como las sakuras caían desde el árbol que se hallaba cerca de la entrada.

No fue hasta que el grito de un niño, me sacó de mi ensoñación. Era pequeño, con mejillas gorditas y ojitos que apenas se dejaban ver por el gorrito y la bufanda que traía, al parecer estaba engripado. Se despidió de sus padres con un beso y un abrazo y salió corriendo hasta donde estaban los demás niños, que no tardaron en integrarlo en su grupo. Se preguntarán si le hablé, claro que no, no nos hicimos amigos en ese entonces y luego de un año, fue retirado de la escuela, no supe más de él hasta el otoño de mis dieciséis, que en plena clase del profesor Eunho, fue notificado del ingreso de un nuevo alumno, pero de nuevo nada, porque era él. Más alto, mejillas delgadas y una nariz pequeña, su mirada amable y encantadora. Sacó suspiros a todos en el salón y es que se había convertido en un ser extraordinario, porque su hermosura era de otro mundo.

¡Park Jimin!

El profesor lo presentó, la mayoría de la clase se sorprendió al reconocer aquel nombre y es que... ¿Como pudieron olvidar al hermoso chico de personalidad cálida? Pero si, la llegada de este chico causó un caos en las jovencitas enamoradizas y un pequeño recelo en los varones, que prontamente fue descartado cuando vieron sus habilidades deportivas.

"Ah, jimin-shi, llegaste justo a tiempo en las actividades deportivas, finalmente podremos ganar ¡Yey!" exclamó el presidente de la clase y todos los demás gritaron eufóricos.

Y no se confundan, no es que esté envidioso de él o algo parecido, solo no sé interpretar con claridad mis sentimientos hacia Jimin, porque no es posible que me haya enamorado de ese chico y quizás, no quiero admitirlo y porque puede que todo este tiempo lo estuve esperando, recordando el día que lo vi con sus padres, al tener esa mirada cálida y tierna posada en mi.

Esa mirada que con tanto anhelo he esperado.

Pero las cosas no son como en un cuento de hada y las circunstancias a veces no son decisiones nuestras y eso es lo que ocurría conmigo.

Hace dos años, perdí a mi persona favorita de este mundo, mi abuela, una señora de clase y muy cortés, que siempre me sermoneaba cuándo a escondidas, hurtaba las galletas de la cocina. Era una mujer maravillosa, llena de historias de sacrificios, luchas y aprendizajes para relatarte en una tarde fría de invierno, pero hay luchas que son más poderosas que la fuerza del ser humano y es la muerte, concepto que no conocía hasta ese día. Fueron semanas de angustia y tristeza en mi hogar, muchas lágrimas derramadas y silenciadas en la oscuridad de mi cuarto, mamá sonría solo por mi, pero yo no podía hacerlo por ella, me sentí fatal.

Adelgace

Sinceramente no entiendo la mente de los chicos de mi salón, pero de algo estoy seguro, son idiotas. Capaces de reírse de los dolores ajenos, menospreciar y dañar a muchas personas con tal de sobresalir y ser popular. Y yo, era perfecto para el papel de las burlas, bajo, delgado y una piel extremadamente blanca. Además, agreguemos algunos problemas de salud que me impedían realizar deportes con normalidad.

"¡Mierda! me haz causado un susto con esa horrenda cara..." "¿No haz pensado en subir un poco de peso?" "Seguro se irá a llorar al rincón del ala B" "¿Qué? apenas corriste dos pasos y ya quieres que te ayuden... No jodas." "Qué no me toque con el fantasma, que no me toque con el fantasma..." "Es esquelético, que asco."

Y así, un sin fin de comentarios desagradables, que gracias a la llegada de este lindo chico comenzaron a dispersarse, pero eso no significó que algo haya cambiado, quizás no sucedía de forma tan directa, pero las miradas y actitudes dejaban más que claro, cual era mi posición en ese salón.

Pero era mejor de esta forma, ser invisible era como un poder, podías ir y venir, sin necesidad de explicarle nada a nadie, cualquier cosa que hagas no era tomado en cuenta, así que, tus errores no eran importantes y por supuesto, si te gustaba alguien, podrías mirarlo tranquilamente como lo había hecho yo desde su llegada.

Admirar a Jimin se convirtió en un hábito demasiado rápido, por un momento me cuestioné si estaba desarrollando algún rasgo psicópata, pero no, mi admiración no era obsesiva a tal grado, me conformaba con verlo al menos una vez al día, especialmente con esa sonrisa coqueta y mirada risueña, pero mi visión favorita era cuando sus cortitos dedos trazaban aquella frondosa cabellera rebelde, que sin reparo, lo frustraba y le hacía abultar sus labios en un puchero adorable que se iba deshaciendo poco a poco, hasta terminar con ambos brazos en cada lado de su pupitre y el rostro cubierto entre sus manos. Me gustaría tener alguna cámara conmigo, para retratar esa escena unas mil veces y soñar con ella.

Quizás me estaba volviendo loco, como un chico me podía tener así ¿Quién me mandó a fijarme en el más popular? Se supone que esta no es una maldita historia cliché, donde la protagonista fea, pobre y molestada, termina saliendo con el chico más rico, egocéntrico y endemoniadamente sexy, pero luego resulta que "la chica fea" en realidad era muy sexy y todos babean por ella, pero ella ama a solo al imbécil y se casan y ya está.

Nota mental: Dejar de ver novelas.

y claro que debía dejar de ver novelas, porque esto se estaba pareciendo a una y joder, fue difícil. Difícil fue esa mañana del veintitrés del noveno mes del año, cuando Haebin, la chica de carita dulce y tierna se le confesó a Jimin justo detrás de los baños de chicos y este le respondió que sí. Fue fatal, se reían, coqueteaban y besaban frente a todo el salón, joder, ¿No tenían otro puto lugar para besarse? eso hubiera sido menos doloroso, ah, pero no podía culparla, Jimin... era tan lindo, que aunque me sentía como la misma mierda, era feliz cuando se mostraba tan alegre y si ella provocaba eso, entonces no me quedaba más que respetarlo.

Tampoco es como si hubiera hecho algo al respecto, ya que, Jimin... ni siquiera sabe de mi existencia o eso quiero creer.

Nunca he intercambiado alguna palabra con él, jamás le he visto mirar hacia mi lado, a no más que a mi compañera de pupitre que es parte de su grupo de amigos... Soy patético, admiro a un chico que se supone que es dulce que todos, pero yo... no soy parte de ese todo.

Odio pensarlo, Jimin no es como los demás chicos, sé que él es mejor, que tiene buenas intenciones y sentimientos, que no es porque no me haya visto, es solo que no se ha dado la oportunidad en estos dos años desde que llegó. Quizás el quiebre de su relación con Haebin hace un año le afectó demasiado, y sin dudas, ya que, enterarte que tu novia te engaña con un chico mayor no es algo que todos queremos vivir.

Pero veamos el lado positivo, al menos ya no estaba en una relación con esa chica que le hizo daño y eso había quedado en el pasado, ahora parecía más feliz, poco a poco las cosas se tranquilizaron y comenzábamos, era nuestro último año en la secundaria.

Jimin se dedicó a sus estudios y al deporte, había escuchado de la profesora hablar por los pasillos que "Park se está esforzando un montón para conseguir la beca, espero que la obtenga." Ah, tan inteligente y esforzado, siempre imaginé que las personas nobles de corazón les deben suceder solo cosas buenas y espero que a Jimin no le vuelva a pasar lo de antes, solo espero que con quién esté, lo ame y respete por como es y lo valore muchísimo.

"Solo quiero tu felicidad"

Pero nadie se iba a imaginar, lo que iba a ocurrir en mi último año de secundaria, ni yo mismo.

.

Capitulo completamente modificado

Espero que les guste

¡Gracias por leer y comentar!

Milu

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⏰ Last updated: May 22, 2023 ⏰

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Perfect ➳ ʸᵒᵒᶰᵐᶤᶰWhere stories live. Discover now