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CAMPANAS» SesshRin

Para YimYimKawaii

   Escuchó el resonar de las campanas por todo el lugar y suspiró en un fallido intento por tranquilizarse, pero no podía evitarlo, por algún motivo cada vez que ese sonido aparecía tenía una extraña sensación de melancolía, como si algo bueno pero olvidado le hubiese pasado junto al gran sonar de las campanas. Comenzó a caminar a un paso lento, las prisas innecesarias le parecían algo patéticas, algo curioso, era cono si varios de sus pensamientos no fueran realmente suyos, como si hubiese sido influenciada por alguien más, pero de hecho sonaba algo ridículo, aunque tal vez era realmente así y no lo sabía.

— Rin-Chan ¿Te encuentras lista?

Una de las mujeres del orfanato se le acercó y solo le asintió. No solía hablar, desde que sus padres murieron y había sido llevada a aquel orfanato no lo había hecho nunca. A los demás les parecía extraño y llegaban a molestarla, pero tampoco era cono si le importara mucho, sabía que en algún momento podría irse de ese lugar.

En poco tiempo fue llevada a otra área de aquel orfanato junto a otros tantos niños. De nuevo llegaría alguna pareja buscando adoptar, no sabía porqué la seguían seleccionando para las opciones, porque por algún motivo nunca era elegida, tal vez por eso los demás niños solían molestarla.

— Y ella es Rin — La mujer paró frente a ella con un hombre a lado, tenía un aspecto algo tenebroso y frío, pero por algún motivo le daba confianza con el solo hecho de verle — Es una de las niñas mejor portadas.

Hizo un leve saludo con la mano mientras sonreía, el sujeto solo le observó de manera seria. Notó que peculiarmente su cabello era plateado y sus ojos dorados, pero debía admitir que lucía muy atractivo. Le escuchó soltar algún monosílabo y se alejó como si nada. Miró con duda a la mujer y ella le sonrió.

— No te preocupes Rin-Chan, el suele ser así.

Acarició su cabeza con algo de cariño y le asintió en respuesta, admitía que el sujeto le causaba curiosidad, generaba en ella preguntas, algunas como el porque de su seriedad, o porque su cabello era platinado y sus ojos dorados, tal vez nunca podría responderlas pero le gustaría pensar que si.

(...)

   Algunos minutos después la misma mujer paró su andar justo frente a ella con una gran sonrisa adornando su rostro ¿Acaso había crecido demasiado como para ser adoptada e irían a tirarla a un basurero? Tembló un poco ante sus propios pensamientos, a veces se auto nombraba un poco boba en esa clase de aspectos.

— Rin-Chan ¿Adivina que sucedió? — Abrió un poco los ojos, tal vez sus alocados pensamientos tenían razón, pero a pesar de eso negó con la cabeza para que le dijeran tal noticia — ¡Has sido adoptada!

Debía aceptar que se sorprendió en sobremanera ¿Alguien la había elegido a ella? No era que no estuviera feliz, pero todos los demás huérfanos del lugar tenían tantas cosas especiales, algunos tenían rasgos físicos extravagantes o llamativos mientras otros tenían personalidades únicas. Y ella se encontraba justo en el medio negativo, tenía unos simples ojos chocolates y el cabello castaño, el resto de ella era igual de simple y no se consideraba alguien de llamar la atención por su forma de actuar. Pero en esos momentos lo que importaba realmente era su adopción ¿Habría sido ese extraño hombre de antes?

(...)

Una, dos y tres campanadas...

Eso fue lo último que escuchó de aquel lugar antes de perderlo de vista. Luego de un par de horas desde la noticia, el sujeto albino había regresado, y sin darle tiempo de preparar maletas se la llevó consigo con el pretexto de "Todo lo necesario te será otorgado lo antes posible", cabía notar que tenía un lenguaje demasiado pulcro para su gusto, utilizaba un léxico demasiado refinado en comparación al acostumbrado.