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12/01/17.
sus miradas conectadas aún estando dentro de un alejamiento claramente perceptible. sus labios entre abiertos, siendo constantemente humectados por la saliva que su lengua proporcionaba. su canal auditivo gravemente expuesto a un colectivo de emociones proporcionadas por aquellos que los rodeaban.
sus ojos azulados divisando con detalle sus claras facciones; su piel increíblemente bronceada, su cabello castaño, siendo alborotado por la inestable brisa que se adentraba por las puertas de aquel balcón. sus labios finamente curvados, mostrando apenas lo blancos que solían ser su dientes.
logan sintió una pequeña ola de calor recorrer por cada parte de su cuerpo. sus músculos tensos una vez más, resaltando con fuerza sobre aquella playera negra que portaba, su cabello dorado siendo libremente despeinado cruzando por su panorama borroso, su piel constantemente erizada. juanpa solía siempre lucir bien ante sus ojos y ante cada una de sus tantas emociones.
detalló una vez más la escena, cruzando miradas con el contrario, quien sonrió al instante con sensualidad, llevando sus delgados dedos entre los largos mechones de cabello. portaba un aspecto fuera de sí, un brillo particular sobre sus pupilas dilatadas.
las excusas dentro de su pequeña mente se habían acabado, puesto que era fascinante observarlo desde una distancia favorable, tratando de lucir como un pequeño muñeco tallado con firmeza.
logan no podía negarse ante la belleza que el castaño le mostraba. desde su cálida piel, hasta las facciones delgadas y finas que su rostro portaba.
una palmada en su hombro derecho, lo hizo reaccionar, sobresaltando su corazón que se encontraba dentro de un lío inestable, en el cual se hallaba desde ya hace un tiempo. su mente siendo expuesta con brevedad y sigilo en un futuro huracán disperso.
sonrió fingiendo entusiasmo, colocando con brusquedad su mano izquierda sobre el hombro de su roommate, tratando de familiarizar su cabeza con aquella charla extensa y fatídica. de pronto sus ojos se toparon con un juanpa inexistente dentro de la habitación. un cosquilleo con presunción apareció dentro de su pecho, inestabilizando su ritmo cardíaco.
mascó con fuerza su goma de mascar sabor a menta, para después colocarse en puntas y buscar lo que anhelaba encontrar en un abrir y cerrar de ojos.
y ahí estaba aquel castaño. recargado sobre el frío metal del balcón, mirando hacia una dirección inespecífica.
mark entre cerró sus ojos castaños girando con velocidad, encontrando lo que mantenía a su amigo distraído. sonrió al instante e hizo una seña con su mano, asegurando al de cabellera dorada cada una de sus acciones.
