Capítulo 1

10.1K 817 1.1K
                                    

'No encajo aquí'

Eso era lo que pensaba. Maldecía que lo hallan hecho mudarse. Sólo por un mejor trabajo. No quería ser egoísta pero tampoco quería dejar su vida atrás. Llegó a Tokyo con pocos ánimos, a diferencia de su tío. En Kyoko tenía amigos, ahí no. ¿Qué había de malo en usar una gorra negra que te tapaba el ojo? Su cabello tampoco estaba mal. Era negro y ya por eso era gótico. Le gustaba leer. A muchos les gusta y es relajante. Shuichi Saihara estaba solo en esa clase. Todos hablaban de redes sociales, famosos, telenovelas, chismes...Pero nada en que le pueda interesar. ¿Facebook? ¿No tienen miedo de extraños? ¿Instagram? Sólo suben fotos de comida. ¿Twitter? Una copia barata de Facebook. Aunque, menos peligroso. No era fanatico de esas cosas. Nunca lo sería. Los libros de misterio son entretenidos también. Resolver el misterio mientras lees es divertido. Buscar al culpable siempre es algo por lo cual reírse para él. Resolvía todo con facilidad. Ya estaba acostumbrado. Su tío, un detective, fue ascendido a un puesto mayor de investigación. Tuvieron que trasladarse de Kyoko ha Tokyo. Su tío comprendía a Shuichi pero era una gran oportunidad. Shuichi, como buen sobrino y persona que era, se resignó y fingió una sonrisa ante él. Todo era tan diferente a su hogar. No se adaptó muy rápido, de hecho, no se adaptó. Sus notas eran buenas. No debía preocuparse pero, según su tío, tenía que socializar. Absolutamente nadie intentó ayudarlo. Nadie quería ser su amigo. Cada día, cuando las clases terminaban, veía a un grupo de chicas quedando para el Karaoke, un grupo de chicos arreglando posiciones para el Béisbol e incluso a los que les gustaba estudiar. No podía ser parte de ello. Tampoco es como si le gustara la compañía. La soledad siempre lo fue. Lo único que le hacía compañía era su querido tío pero no podía depender de él toda su vida. Los chicos de su edad no eran para él. Es decir, era mucho más maduro. Las cosas que les gustaban a los adolescentes no eran las que a él le gustaban. Respeta los gustos ajenos pero hay veces en que les dice infantiles. Sí, Shuichi Saihara no tenía a nadie...

—¡SAIHARA-CHAN, DEJA DE LEER Y ESCÚCHAME!— menos ese molesto chico.

Kokichi Ouma era el único que le prestaba atención a Shuichi. Se autoproclamaba su amigo pero Shuichi no estaba seguro. Era un chico de su misma edad pero no lo parecía. Su cabello era largo sobre los hombros rizado y de color púrpura, al igual que sus ojos. Siempre sonreía. Se le creía tierno porque medía, como mínimo, dos cabezas menos que el resto. Era lo opuesto a Shuichi de todas las maneras posibles. Todos los querían y se relacionaba con otros fácilmente. "¿Por qué está con una persona como yo?" Se preguntaba Shuichi.

'¡Debes sonreír!' recordó sus palabras en su primer día.

—¡SAIHARA-CHAN!- gritó Ouma alertando a todos y haciendo quedar a Shuichi avergonzado— ¡OYE! ¡ESCÚCHAME!

—Ouma, todos nos están mirando—, dijo ocultando su cara en el libro rojo como un tomate.

—¿Y qué tiene eso de malo?— sonrió sin vergüenza.

—¡TODO!— respondió. Luego de unos segundos, la gente se cansó y volvió a lo suyo.

Shuichi suspiró.

—Como te decía, me gustaría que me acompañes a la fuente de sodas. Debes dejar de leer un rato— dijo Ouma cruzándose de brazos.

—¿E... Está mal que lea?— se tapó un poco más el ojo con su gorra para que no notara que estaba sonrojado.

—No, pero es lo único que haces. Sólo quiero que sonrías una vez en la vida. ¡SONRÍE, SAIHARA-CHAN!

¡Sonríe, Saihara-chan! (Oumasai/Saiouma) #HopeAdwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora