Capítulo 5. Run away with me

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Lauren POV


Estaba nerviosa, estaba muy nerviosa, había salido con muchas chicas y chicos antes, lo admito, pero en ninguna de esas ocasiones había sentido que la seguridad en mí misma flaqueaba, es decir, yo era Lauren Jauregui, y no quiero sonar engreída pero tenía una buena posición en el ranking de las chicas más deseadas. Quise culpar mi nerviosismo al hecho de que hacían ya más de un par de meses que no tenía citas, y no quería relacionar esa realidad con el tiempo que estuve obsesionada con Camila, sólo era falta de costumbre ¿lo era? No quise ponerme elegante, no quería demostrar empeño por ella, la cena se había programado dentro del mismo hotel donde se hospedaba Camila, y se me hacía extraño que ella viviendo la mayor parte de su tiempo en Los Ángeles aún no había conseguido un apartamento, quizás era una manifestación de su excentricismo. La cantante me citó en ese lugar porque supe que en el fondo no quería darle demasiada trascendencia, repito ella sólo proponía la cena de agradecimiento para sentirse mejor con ella misma o al menos yo trataba de convencerme de ello, no quería hacerme ningún tipo de esperanzas y si me ponía a pensar ¿en verdad yo quería relacionarme con Camila de alguna manera? Quería avanzar y superar el hecho de que había estada colada por ella cuando aún no me conocía, pero últimamente estaba haciendo las cosas completamente inversas, y eso no me estaba ayudando en absoluto.

En cuanto llegué sólo bastó dar mi nombre en el lobby y me dieron un par de indicaciones para encontrar el restaurante. La sala era lujosa y espaciosa como era de esperarse, y Camila estaba vestida de negro en una de las mesas de esquina. Su atuendo era casual, llevaba unos pantalones de mezclilla ajustados y unas botas que combinaban con una chaqueta de cuero, tenía puesto unas gafas oscuras que me recordaron la primera vez que vi a Dinah, ella se veía perfecta con cualquier cosa que usara, ya lo había comprobado en muchas ocasiones. Me hizo una seña en cuanto se notó que yo hacía presencia, entonces me apresuré para alcanzarla, sentía que mi corazón también doblaba el paso; Camila se puso de pie y me dio un fugaz beso en la mejilla, yo cerré los ojos imaginando al profesor que más odiaba en la facultad para así evitar sonrojarme delante de ella, creo que funcionó.

-Hola. - Me saludó con esa voz que a veces le salía ronca al final de la frase, yo sentía que me introducía en otra dimensión y el mundo a mí alrededor se desplomaba. - Gracias por aceptar venir, espero que no hayas tenido que cancelar ningún plan importante, es decir, hoy es sábado y...

-Nada importante, sólo tengo que estudiar para el examen de la otra semana, pero ya había programado el día de mañana para dedicarme a eso. - La tranquilicé y ella sonrió satisfecha.

-Me alegra mucho que hayas venido, Lauren, en verdad quería agradecerte por lo que hiciste por mí, fue un acto bastante desinteresado, apenas nos conocemos y tú fuiste muy amable. - Se expresó con cautela, pero en ningún momento me miró a los ojos, tenía la vista clavada en su copa de vino, no supe cómo interpretarlo y me frustraba ser incapaz de leer a Camila.

-Cualquiera hubiese hecho lo mismo, Camila. - Repuse recordándole implícitamente que ella no era una persona del común, la cantante frunció los labios y entonces me miró por varios segundos, yo sentía que estaba a punto de caer en el precipicio de sus profundos ojos marrones.

-Yo no le hubiese pedido a cualquiera que lo hiciera. - Declaró sin romper el contacto visual, era demasiado tarde ya había sucumbido en sus palabras, el corazón se me quería salir del pecho, no sé si era parte de mi imaginación, pero cada frase que usaba la latina tenía un aire de sensualidad, era como si ella no pudiera evitarlo, como si se tratara de algo innato a su personalidad, o era que quizás, sólo quizás, estaba coqueteando conmigo en algún universo paralelo. "Lauren concéntrate o vas a acabar babeando sobre la mesa". - Estoy un poco harta de este menú. - Murmuró cambiando el tema al ver que yo permanecía petrificada en total silencio, ahora fingía leer la carta, cuando yo sospechaba que la conocía de memoria y su comentario me lo confirmaba.

Sing to my heart (Camren)Where stories live. Discover now