capítulo 21

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Dedicado a @Lorenaaracena, gracias por todos tus votos hermosa😘😘.

" por fin lo puedo sentir, te conozco y te reconozco que por fin sé lo que es vivir, con un suspiro en el pecho y con cosquillas por dentro; por fin se por que estoy aquí... Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era, te entregaría mi voz a cambio de una vida entera. Tú me has hecho entender que aquí nada es eterno, pero tu piel y mi piel pueden detener el tiempo."

          

—  No es que la cocina sea mi fuerte, pero soy bastante suspicaz en ella—. Masculló  Bruno mientras depositaba los platos en la mesa.

Tomé un sorbo de mi delicioso chocolate mientras reía ante el comentario de Bruno, era bastante tarde pero el estómago no sabe de horarios. Él estaba terminado  preparando la cena y la verdad el olor era exquisito.

Probé un poco de la pasta que él había preparado y la lleve a mi boca, era deliciosa, creo que sin duda la mejor que he probado.

— ¿ Y?—  preguntó ansioso esperando mi respuesta.

—  No está mal—  continúe comiendo mi deliciosa pasta—. Aunque— hice una pequeña pausa— he probado mejores.

Mentira, era es la mejor. Pero el no tenía porque saberlo, su ego era bastante alto como para elevarlo más.

Pasó a mi lado dedicándome una mueca de disgusto ante mi comentario, cenamos entre risas y chistes malos por parte de Bruno.

— Te toca lavar los platos—. Susurró cerca de mi oído— es tu castigo por menos preciar mi deliciosa pasta.

Enarqué las cejas divertida.

— ¿ Piensas castigarme pregunté con inocencia fingida? — una sonrisa ladina se dibujo en su rostro, empezó a besar mi cuello lentamente haciendo que cada poro de mi piel se erizara, abrí la boca deseosa de que besara mis labios, pero no lo hizo.

— Lo siento, señorita— sonrió de forma maquiavélica — pero hacerte gemir no es ningún castigo.

Se alejó de mi perdiéndose por la puerta.

Idiota.

Invesir.

Engreído.

Volteé los ojos, en serio que era dramático. Terminé de recoger los platos para lavarlos, Bruno estaba haciendo una llamada de telefónica o eso deduje por lo poco que alcanzaba a escuchar.

Limpié la cocina completa, es decir, la medio limpié al menos los platos. Retiré el delantal que me había colocado, salí de la cocina en busca de Bruno pero no lo encontré; decidí darme una larga ducha, la necesitaba aún podía sentir mi sangre arder.  Para mi fortuna la casa era un poco pequeña aún siendo de dos niveles. Subí las escaleras y entré a la única habitación que no tenía seguro.

Busqué una toalla en el closet y me sorprendió encontrar ropa de mujer ahí. no pude evitar una pinzada en el pecho ante la idea de que Bruno había traído a otra mujer a ese lugar, revisé la ropa, más sorpresa aún, toda la ropa era nueva y de mi talla.

Ignoré las miles de ideas que cruzaban por mi cabeza en ese momento, tomé la toalla y entré al baño.

Abrí el grifo del agua y dejé que ésta empezara su trabajo, tomé el shampoo para lavar mi cabello, se derramó un poco en el piso y en mis manos.

Soy un caos.

El envase resbaló  de mis manos, traté de tomarlo pero estúpidamente dejé uno de mis píes tocar el  shampoo derramado, en un segundo mis píes perdieron el equilibrio. Caí en medio del baño, sentí un dolor punzante en mi tobillo al parecer me había pegado con algo.

AMORES QUE MATAN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora