Realidad (2/2) final

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Los niños se habían quedado a dormir en la casa de Jin, con el pretexto de una "pijamada de primos". Así que en éste momento me encontraba totalmente solo con el par de idiotas que tengo como pareja, me sentía indefenso, ya hasta me he mentalizado que mañana no podría ni levantarme de la cama.

En este momento estábamos los tres dirigiéndonos a la casa. Los doce pasos que nos dividían de la casa de los Kim (porque si, aunque nos habíamos separado, todos vivíamos en el mismo lugar, en un barrio privado, así que solo nos separaban unos pasos entre casa y casa), me la pase pensando en que perversidades tenían planeadas esos dos, los veía demasiado callados, tranquilos, y eso no suponía nada bueno para mi cuerpo.

No se confundan, me encantan todas las perversidades que me hacen, la manera en que me tocan...todo.. Pero me gustaría que por una vez fueran un poco mas románticos, que en vez de una buena sesión de sexo desenfrenado (que vuelvo a repetir, me encanta), me abrazaran y besaran con ternura, que me tomaran de las manos y me acercaran a sus cuerpos sin tener que pasar a mas, solo eso, sintiéndonos, amándonos tranquila y cariñosamente, como las parejas normales, aunque de normales no tenemos nada y de pareja menos ya que somos tres, "¿seria mejor decir como los tríos normales?"

Me sonroje por lo ultimo, solo yo pensar en que los tríos eran normales.

Creo que los años se me están viniendo encima, ya me estoy poniendo meloso...que asco! ¿Donde quedo el Min Yoongi gruñón?

Tan metido en mis pensamientos estaba, que no me di cuenta que ya estábamos frente a la puerta de nuestra casa hasta que choque contra la espalda de Jiminnie.

-¿En que piensas, bebé?- dijo este divertido ante mi despiste.

Suspire audiblemente, baje levemente mi mirada, pero mi rostro fue suavemente levantado por una mano que se poso en mi barbilla, encontrándome así con la mirada expectante de ambos mocosos.

-¿Te sientes bien, cariño?- y ante esa pregunta del menor, sonreí.

Es verdad, aunque en nuestra relación el sexo era totalmente desenfrenado y casi carente de romanticismo, el resto era totalmente diferente.
Aunque no eramos tan románticos como el Vhope, o tan cariñosos como el Namjin, no importaba, si, al final, me encontraba con esos ojos; con esas miradas, que me hacían darme cuenta de cuanto estos dos mocosos me amaban, y esas sonrisas que siempre estaban en sus rostros al verme a mi o a los niños, demostrándonos, mediante hechos, lo que sentían por nosotros, estando siempre a nuestro lado, y preocupándose hasta por la mínima cosa...como ahora mismo, que solo por mi despiste miraba la preocupación y el amor en sus ojos, haciéndome sentir tan amado como el primer día en el que me lo confesaron.

Y pensándolo mejor, después de que el furor del sexo se desvanecía, eran ellos los que se encargaban de mi cansado cuerpo, para luego rodearme en sus brazos hasta la mañana siguiente, en la que, aunque yo gruñía por querer seguir durmiendo, recibía leves caricias y suaves besos; y cuando abría mis ojos al despabilarme siempre era recibido por sus rostros que me miraban con ternura, además de esas palabras que pasamos por alto al escucharlas frecuentemente, pero que albergan un mundo de sentimientos: "Buenos días, bebé" "¿Has dormido bien, cariño?". Solo esas dos frases me hacían sentirme totalmente lleno, querido, feliz....

Sonreí mas ampliamente, tome un pequeño impulso y me colgué de ambos cuellos, atrayéndolos a ambos a un abrazo. Ellos rodearon mi cintura, sus mejillas apretujaban las mías. Cerré los ojos disfrutando de la calidez que siempre me brindaban sus cuerpos.

-Los amo tanto- susurré a la vez que afianzaba mis brazos al rededor de ambos.

Escuché el sonido de satisfacción que hicieron casi al unisono, casi ronroneando en mis oídos.

-No tanto como nosotros te amamos a ti, cariño...

A veces, lo que comienza como una pesadilla, luego se convierte en un sueño, y esos sueños, a veces, se hacen realidad.

Habrán subidas y bajadas (creeme, que las habrán), y querrás que todo vuelva a ser un sueño, pero siempre habrá un pequeño detalle, o recuerdo que te hará darte cuenta de que la realidad es mil veces mejor que cualquier sueño, y que aunque en un momento te parezca que todo volvió a ser una pesadilla, mientras haya amor, siempre se puede volver a soñar para al final hacerlo nuevamente una realidad...

-Ahora preparate, bebé...- ambos se separaron de mi, mirándome con deseo y lujuria- porque mañana no te podrás parar....

Mierda!!

Fin

PesadillaWhere stories live. Discover now