The little puppy ✨Y.M ✨

(Two)

YoonGi se despertó al sentir una respiración en su nuca y un fuerte agarre en su cintura.

-Ah Maldito caballo ¿Cómo mierda entraste? –susurro adormilado aún.

-Uhm, y-yo no soy un caballo. –escucho una voz un tanto aguda, sin duda ese no era Hoseok.

Un tanto desconcertado y asustado se levantó de la cama de un brinco.

- ¿¡Quien mierda eres?! –dijo tomando un zapato.

-Soy Minnie. - hablo el chico de manera tierna. –Soy tu regalo.

- ¡¿Qué?! Pero si el estúpido Juan me regalo un maldito pulgoso.

- ¿Pulgoso? –toco su pecho ofendido. - No tengo pulgas desde que Hobbie me baño.

- ¡Sal de mi cama ahora mismo!

-Uhm.- levanto las sabanas y miro su cuerpo.- Creo que eso no es posible.

-Me vale, solo levántate. –dijo irritado.

-Bien, usted lo pidió.

-Espera no me digas que... -miro como se levantó de la cama tirando las sabanas. - estas desnudo.

-Ah! Sí, eso creo. - sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran.

-Eres un estúpido desvergonzado. –tomo una almohada y se la aventó. – Espera, date la vuelta.

-Ah! ¿Para qué? ¿Quiere verme mi traserito? Y dice que el desvergonzado soy yo. –hizo un puchero.

-Eres un estúpido...-susurro. - ¿Acaso tienes cola? –dijo sorprendido.

-Si. - sonrió. - Y también orejitas ¡mire! –contesto tocando una de ellas, la cual se escondía en su cabellera.

-Ok Espera...-tomo su teléfono y llamo a Hoseok. - Aló policía? Hay un chico/perro desnudo en mi casa.

-Ah! Ya te disté cuenta, tan rápido...- dijo de manera tranquila.

- ¡Me lo dices tan calmado!

-Pues sí, o ¿qué quieres que haga? Tu no me dejaste explicarte.

-Y ahora ¿qué hago con él?

- ¡Quedártelo y darle darle toda tu ternura ah!

-Eres un estúpido Juan Esperanzo. –susurro. - Te quiero en mi casa en 15 minutos.

-Bien...

Colgó la llamada y miro al chico/perro de nuevo.

-Y ahora ¿qué hago contigo?

-Deme de comer tengo hambre. –inflo sus mejillas al terminar aquella frase.

-Primero tapate depravado. –le lanzo un par de calzoncillos y una camisa blanca manga larga.

-Bien. –tomo la ropa y se la puso.

- ¡Oye! Ahora que lo pienso, dormiste desnudo a mi lado verdad.

-Si ¿Por qué?

-Entonces lo que sentía chochar con mi trasero no era tu patita de perro, verdad.

El chico solo sonrió un tanto pervertido.

-Me temo que no.

- ¡Ah! No puedo estar aquí solo contigo. –dijo saliendo de la habitación yendo a la sala donde espero a su estúpido amigo.