Cigarros

*2*

Y ahí estaba yo. Sentada en una de las bancas de atrás del salón. Me quede ahí por unos minutos hasta que entro el profesor. Sonriente me presente y hable con unas cuantas personas. Todo iba de maravilla hasta que una persona salto a mis pupilas.

Era delgado y alto, también tenía cara de pocos amigos y su cabello peinado en forma ascendente era de un color negro cual carbón. Mi mirada se clavo en el y la aparte minutos después. Tenía algo que llamaba mi atención. ¿Qué sería?  Después de eso las clases siguieron normales. Sonreía sin razón aparente y me junte con demasiada gente en un mismo día.

Algo en el me intrigaba. Escuche muchas cosas como que se había metido ya en bastantes problemas y que se había agarrado a golpes con alguien. También escuche que había roto una pared y que no era muy abierto. Además de cuando habían clases no me lo tope en todo el día. Se me hizo interesante el "Chico problemas" desde el primer día. Tengo un serio problema con la gente que no es buena para mi. Como tú.

En un tiempo a la fecha he intentado hablar con un chico de mi escuela anterior. Es guapo, más alto que yo, fuerte, tiene un cuerpo que ni mandado a hacer. Me encanta su físico. Me siento como un hombre que va atrás de una chica culona (esto es lo mismo solo que en vez de chico soy yo y en vez de culona es culon) Salí con el hace unas semanas y te platique de eso. Te pusiste a la defensiva y me reclamaste por mi relación anterior. Me dijiste que lo mismo que decía de él te lo decía de mi ex. No me da complejo el aceptar que tenía a ese idiota porque era lo mejorcito que conseguí. Este chico nuevo es más de ese estilo. Un chico bueno y lindo que no parece tener en cuenta el hecho de que es bastante guapo. Bastante caballeroso y atento además de amable. No creo que pase mucho entre nosotros ya que solo salimos en plan amigos. Supongo que está bien.

El otro día salí contigo y me dolió. Solo me quede sentada junto a ti en ese café escuchando como hablabas y hablabas de mi amiga. No hablabas conmigo de hecho. Solo estabas en tu teléfono mandándole notas de vos y mensajes. En mi mente planeaba decirte algo como;  si le vas a estar mandando mensajes a mi amiga mejor  sal con ella o con otra pendeja que te este aguantando porque si sales conmigo es para hablar conmigo.

Claro que no lo hice. Me gustas demasiado como para que te diga eso. En ocaciones ni yo misma me entiendo es cómo... que un día yo este demasiado enojada contigo pero que al momento que me hables bien me cambie el semblante. Aveces quiero matar a mi hermano por presentarte a mi amiga, siento que si no hubiese sido eso tal vez te hubieras fijado en mi.

Claro que no

¿Quien mierdas iba a fijarse en mi?

Soy baja en estatura pero demasiado alta como para que se considerase tierno. Soy de un carácter mezclando lo brusco con lo errático. ¡Nisiquiera tengo buen cuerpo! No tengo ni idea de cómo se ve mi cara, se como me mira la gente. Se qué hay a quienes les gusto pero, ninguno es igual a ti. Te detesto tanto, haz cambiado desde que te conocí. Todo tu, ya no queda mucho del niño lindo que conocí. Ya no queda nada. Solo la cascara tan atractiva que me sigue atrayendo de alguna forma hacia el inexistente deseo de que vuelvas a ser como antes. Escribo esto con mi eléctrico en mi mano, no lo tengo en mi boca porque de la presión que estoy haciendo con mis
dientes lo rompería y están muy caros como para mandarlos a la puta. Me recargué en el respaldo de la silla y me columpie en ella como cuando yo era una niña.

¿Recuerdas cuando éramos niños?

Te acuerdas cuando nos conocimos ¿Verdad? Teníamos 7 años, era el primer día de clase y la maestra pidió que nos presentáramos. Te paraste en el centro del salón y te presentaste, eras un poco gordito pero lindo. Paso el rato y me acerqué a hablarte como si nada, ahí me enteré que no compartíamos nacionalidad. Los días pasaban unos volvimos muy buenos amigos, siempre sonreíamos y eras demasiado tierno. Te preocupabas por los demás y eras muy atento, hasta podría decir que la palabra "adorable" te quedaba corta. Siempre fuiste atento conmigo y además bastante amigable. Recuerdo el día que dijiste que regresarías a tu país, todos nos pusimos tristes enserio te extrañaríamos. Te fuiste. Regresaste un año después y las cosas habían cambiado para todos pero tu, seguías siendo aquella ternura que siempre fuiste. No cambiaste, te llevabas conmigo aunque supieras que a mí no me querían realmente. Fuiste mi único amigo sincero el mejor de todos.

¿Recuerdas cuando pasamos a la secundaria?

Yo me largaría de la escuela en ese año por mis problemas, pero tú dijiste que me cuidarías.

No lo hiciste.

Me encantaba como eras antes, como podías preocuparte por todos y ser tan bueno, como soportabas mi indiferencia hacia cosas importantes, como me apoyabas, como es que junto con mi hermano eras de las personas con más amigos. Siempre me encanto eso. No sé si recuerdes todo, pero yo lo recuerdo a la perfección, recuerdo todo. Lo bueno, lo malo, lo divertido. Sigo guardando como una idiota las fotos de cuando éramos niños. Recuerdo completamente como es que cuando mi hermano y yo peleábamos tu llegabas a calmarnos. Me encantaría volver atrás y regresar a esos tiempos donde no te supe valorar. Valla que es irónica la vida ¿no crees?

Lucy

Zeth