sos tan dolorosa, tan asimétrica. no encajamos porque sos orgullosa y decidida, no te importa nada; yo dudo, yo siento, me importan demasiado las personas como para dejarlas pasar por última vez por la puerta de mi casa.
las escaleras, los balcones, las ventanas, cuantas cosas compartíamos y odiábamos a la vez. cuanto quisimos ser pero a mi me salió y a vos no porque seguís fingiendo, porque no sentís las cosas verdaderamente. entiendo tus cambios, entiendo tus no puedo (no quiero), pero me duelen porque dejas así de fácil, así de rápido como un corte en el dedo con el papel al pasar de página. vos pasaste de página y yo me corté el dedo.
a veces siento que sos el karma hecho carne y hueso, que la vida me hizo conocerte para que sintiera el querer sin querer y el abandono de una persona querida. te quise y te quiero de una manera imposible de describir porque es muy pura, muy sana, y no tengo idea por qué. tenías algo diferente a todas las personas que conocí en mi vida, un aura especial que me alentaba a correr aunque me persiguieran.
y ahora no sos más que una sombra en la pared, un rastro de grafito que no conseguí borrar del papel, un todo que se volvió la nada misma y no tiene sentido, no tiene final. te levantaste y te fuiste en medio de la misa y todos los presentes te juzgaron pero yo te seguía mirando con el ceño fruncido y los ojos tristes.
me das rabia, me cansas, me das ganas de no quererte más y sin embargo te sigo queriendo.
