Harry es un asesino serial.
Louis es un chico normal universitario, y, por consecuente de su cuerpo, también será su próxima víctima.
El amor no existe.
Y la demencia no perdona.
NOTA: El primer capítulo será subido el...
El incesante zumbido penetraba sus oídos, quebrando imaginariamente cada hueso, cada órgano, cada maldita parte de su cuerpo. El silencioso ruido llenaba su conducto auditivo hasta chocar una y otra vez haciendo ecos en su tímpano, enviando ondas hasta su cerebro; podía sentirlas, podía sentir cómo éstas le provocaban migraña.
Sentía su cuerpo adormecido. Su estómago estaba mutilado, sangrando. Ni siquiera tenía idea de cómo demonios seguía con vida.
Sus ojos estaban cerrados, pero aun así podía sentir su sangre recorrer toda su cintura, y a pesar del molestoso silencio que rompía su tímpano, podía escuchar las gotas caer al suelo.
Escuchó pasos alrededor. No cabía duda que ahora sí estaría muerto.
Sintió unas manos posarse en sus mejillas. Estaban heladas. Apretó sus ojos, mordió su labio inferior, rezó, oró. Solo pidió morir allí mismo y no sentir el enorme dolor que de seguro le causaría lo que le fuese a hacer el dueño de aquellas manos, y aunque su cuerpo no respondiese a nada, lo sentiría.
"Bien, aquí vamos" habló. Su inquietante y ronca voz le traspasó los oídos. "No dolerá. Será rápido"
Tenía sus últimos minutos, o segundos, de su vida contados. Y si no carecía de suerte, moriría instantáneamente y no tortuosamente.
Uno, dos, tres... contó en su mente.
Abrió los ojos, como gran masoquista que era, y lo observó.
Ojos verdes, cabello rizado y castaño. Labios gruesos y rojos. Si no fuese porque estaba clavándole un cuchillo en el hígado, habría sonreído de lo hermoso que era.
Pero no, lo había secuestrado y estaba por matarlo. No iba a pensar en eso. Le sorprendía lo tranquilo que estaba a pesar de que iba a morir o por hemorragia, o por asesinato.
De todos modos, su respiración se cortó. Comenzó a asfixiarse. Sintió su cuerpo convulsionar. Estaba muriéndose y solo podía ver una luz blanca.
Su vista fue más que un fondo negro.
Harry sonrió.
"Primera víctima en el mes" habló al cadáver "de muchas que faltan"
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