Estremecerse

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Que bailar tu boca y mi boca

sea solo el principio de todo,

de todo aquello que nuestros ojos

aguarda, como presiente nuestra 

piel y nuestras manos anhelan.


Como una fiesta carnal en la que

no halla nada más y nada menos

que nuestros cuerpos y mentes,

entregándose y fundiéndose

para luego resurgir agitadas como

una vela que tiembla pero no se apaga.


Que tus movimientos sean armónicos

junto con los míos; y por qué no 

evitar pensar lo que se hace y así 

solo, única y exclusivamente 

disfrutar de los gemidos, los jadeos,

los roces y  los escalofríos placenteros.


Antología de mis poemasWhere stories live. Discover now