Siempre obediente

Una boda original

Hoy en la mansión kaiba su dueño, Seto Kaiba daba una fiesta que nadie sabía el motivo de la cual pero lo que si se sabía es que solo avía invitado a los amigos de Joey que ya comenzaba a intentar considerarlos sus amigos y a su hermano. La fiesta era privada y el único requisito que tenía era que tenían que ir lo más elegantes que pudiesen. Eso se significaba que si no ibas bien vestido el mismo Kaiba te sacaba de la fiesta así que todos se lo tomaron al pie de la letra y fueron con espectaculares trajes.

Kaiba tenía un regalo que no sabía cómo se lo tomaría su lindo cachorro pero aun más era él. Sabía que las idead de las hermanas solían dar muy buenos resultados pero esto no estaba seguro. Dentro de poco todo estaría listo y los amigos del cachorro ya estaban llegando, todavía estaba a tiempo de retirarse poro... no sabía qué hacer quería pero a la vez no quería. Hasta el mismísimo Seto Kaiba tenía un límite.

Roci apareció por la puerta.

-Ya están todos aquí y los bebes ya están acortados ¿estás preparado?

-No

-OK. Lúcete esta noche seto

EN EL JARDIN DE ATRÁS DE LA MANSION

-¿Joey sabes por qué el motivo de esta fiesta y de que tengamos que venir tan arreglados

-eso mismo querría saber yo

-Donde están mis adorados sobrinitos-decía Tristan buscándolos por todos lados. Tristan y Rosa se avían prometido hace muy poco.

-están durmiendo ya es muy tarde para ellos-informo Van dirigiéndose al grupo-pero ya está bien de tantas tonterías tenemos que ver el espectáculo de nuestras vidas

Todos en el lugar no entendieron nada excepto tres hermanas que tenían demasiadas ganas de reír, pero lo conseguían soportar.

-Por favor sentaros en estas sillas-pidió cortésmente Rosa esbozando una traviesa sonrisa que dio a entender que lo que estaba por venir iba a ser muy bueno

Todos se sentaron en las sillas al lado de sus parejas. Y miraron como el suelo se abría en dos asustándolos un poco para después dejar ver lo que parecía un escenario. En él se encontraba un hombre que no conseguían ver bien por la oscuridad del escenario.

La música empezó a sonar y las luces fueron a dar al hombre que había en el escenario.mara sorpresa de todos el hombre que estaba a punto de cantar era nada más y nada menos que Kaiba, Seto Kaiba.

Escucha atento,
lo que tengo que decirte es importante.
Si permites, tu futuro pronto cogerá otro rumbo.
Esta noche estoy nervioso, lo confieso me conoces.
Ya me aprieta la corbata y mi corazón se ataca.
Pocas veces estoy tenso tengo un nudo en la garganta.
Dame un trago de algo fuerte para relajar mi alma.

Seto busco la mirada de su cachorro que era de un asombro total

Te he comprado un regalo
y sé que no es tu cumpleaños.
Es un anillo para prometerme y pedir tu mano.

Joey empezaba a entender el motivo de todo eso y su cara estaba tomando una tonalidad de rojo adorable.

En ese anillo está grabada mi declaración de amor.
Mi destino está en tus manos
sólo escucha al corazón.

No sabía que pedir tu mano era una osadía.
Quiero darte mi apetito dime si cariño mío.

Seto cerró los ojos dando más énfasis a sus palabras

Me quiero casar contigo,
quiero dormir contigo,
quiero que lleves mi apellido,
nuestros hijos, tu sonrisa.
Te quieres casar conmigo,
quieres vivir conmigo,
quiero pasar el resto de mis días
con tu compañía.

Volvió a mirar a su cachorro pidiendo la respuesta

Que decides,
tengo lista la sorpresa.
Ya está todo, preparado todo está para casarnos.
Tu me amas, yo te amo, somos dos enamorados.
Tu familia está en la iglesia
esperando tu respuesta.

No sabía que pedir tu mano era una osadía.
Quiero darte mi apetito dime si cariño mío.

Seto empezó a caminar hacia unas escaleras que le permitirían bajar del escenario con el micrófono en sus manos dirigiéndose hacia su "publico"

Me quiero casar contigo,
quiero dormir contigo,
quiero que lleves mi apellido,
nuestros hijos, tu sonrisa.
Te quieres casar conmigo,
quieres vivir conmigo,
quiero pasar el resto de mis días
con tu compañía.

Hizo que Joey se levantara de la silla, y pasando un brazo por su cintura lo atrajo más hacia si asta que solo el micrófono se encontraba entre ellos. Puso su frente contra la otra y sequio.

Quiero llevarte conmigo al altar.
Quiero entregarte toda mi lealtad.
Que te enteres mi vida te voy a amar.
Quiero darte la eternidad.
Quiero darte la felicidad.
Voy a gritarle al mundo entero
que te amo y que te quiero.

Me quiero casar contigo,
quiero dormir contigo,
quiero que lleves mi apellido,
nuestros hijos, tu sonrisa.
Te quieres casar conmigo,
quieres vivir conmigo,
quiero pasar el resto de mis días
con tu compañía.

La canción finalizo y Joey acabo tan rojo que podría jurar que podría remplazar al sol. Los segundos que todo se había quedado en silencio se le hacía interminables y cuando iba a replicar por el silencio sintió que alguien se le caía encima y lo besaba apasionadamente. Así estuvo durante un rato que deseaba que jamás se terminara. Cuando ya se comenzaron a separa Joey dio su respuesta

-SI SI SI SI SI SI SI SI SI SI SI SI SI SI SI –o respuestas

Seto se levanto del suelo. Y cuando ya estaba de pie chasqueo los dedos y en el escenario apareció un cura

-Ahora sabéis por que os pedí que vinierais así vestido.

Todos se alegraron por el casamiento y celebraron hasta el amanecer la boda de esa pareja que ya eran marido y esposo.

FIN