27. Siempre (Boda)

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Era el día de su boda, aún no podía creer que hayan pasado casi un año desde aquella propuesta improvisada, por supuesto que después de aquello había corrido a comprar un anillo hermoso y muchas flores para su prometido. 

De cualquier manera, no se arrepentía para nada de su decisión. Su padre había estado sorprendido por la noticia pero, sorprendentemente, lo tomo bastante bien. Suponía que Kouki había tenido que ver en aquel cambio que tuvo. 

Sabía que quería a Kouki a su lado, lo necesitaba a su lado siempre. 

Antes, cuando era un niño, no había entendido porque su padre y su madre se la pasaban mucho tiempo juntos. Durante mucho tiempo no entendió lo que llevaba a las personas estar pegadas como chicles a otras, hasta ahora. 

Porque Kouki no era cualquier persona, era esa persona que siempre había necesitado pero no sabía que lo hacia. Aquella persona que le enseño que está bien tener miedo, que esta bien sentir dolor, que está bien llorar y que la derrota ayuda más que una victoria. 

Kouki le enseño tantas cosas que se apenaba de pensar que él no le había enseñado nada. Porque Kouki ya estaba bien tal y como era ¿qué podría haberle añadido Seijuurou? Nada, simplemente no había nada que añadir o arreglar. 

En ese momento quisiera tener a Kouki cerca, porque él era como un calmante para él, siempre había estado estresado y en una especie de bucle en donde debía correr siempre, del trabajo a su hogar, de su hogar a la escuela y de la escuela al trabajo. Todo era lo mismo, su vida era demasiado apresurada y estresante. 

Hasta que lo conoció a él, porque Kouki le enseño que estaba bien tomarse un tiempo para descansar, que podía caminar en lugar de correr e incluso, eso era mejor porque podía ver las cosas a su alrededor. 

Comenzó a apreciar más lo que estaba a su alrededor, a sus amigos, a su padre, a aquellos trabajadores que trato como simples sirvientes pero que ahora tenían toda su confianza. 

Ya no era el emperador absoluto que podía solo con todo, no. Seijuurou había aceptado que necesitaba ayuda de vez en cuando, que no podía hacerlo todo por su cuenta, que de vez en cuando simplemente necesitaba sentarse en su sillón favorito frente a la chimenea con una taza de té, no haciendo nada importante, simplemente estar ahí tranquilo y en silencio. 

Seijuurou entendió que no era una perdida de tiempo, que todo lo que implicara su tiempo personal no era una perdida de tiempo, porque esos momentos eran para sanar, para relajarse y para pensar con calma. 

Ahora podía entender porque algunos ex compañeros de Rakuzan y Teiko lo veían de manera rara. Porque jamás pensaron que el gran Akashi podría viajar, no por negocios, simplemente por el placer de viajar, para ver algunos centros turísticos, tomarse fotos y probar la comida del lugar. 

Le gustaba más cuando era Kouki quien elegía el destino, porque lo hacía tan divertido que no podían parar ni por un segundo. 

También aprendió a dejar el control de todo, ahora ya no era él quien hacia todo su horario, quien planeaba hasta lo que iba a comer la próxima semana. Ahora era más espontaneo, podían simplemente salir a comer o pedir comida a domicilio cuando ninguno de los dos deseaba cocinar. 

Eran pequeños cambios pero que para él eran inmensos y que jamás pensó hacer. Por eso y más estaba agradecido con Kouki, el amor de su vida. 

Ahora lo veía caminar hacia él con ese lindo traje blanco, no había querido casarse de blanco, lo consideraba tonto, porque ninguno de los dos era virgen. Pero a Akashi le parecía una vista encantadora. 

Al verlo a ahí, parado a su lado. No pudo evitar aceptar lo que se le decía, porque sí quería pasar todo el resto de su vida al lado de aquel hombre, no importaba la enfermedad o la miseria, lo único que quería era tenerlo a él. Porque Kouki era su fuerza y si lo tenía a él, podía hacerle frente a cualquier cosa sin importar que tan fuerte sea. 

Es que amaba tanto a aquel hombre, no podía hacer más que firmar y sellar aquel documento que los volvía esposos, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe- Incluso, podría decir, que no dejaría que la muerte los separe, porque en esa vida estuvieron juntos y nada, ni nadie, les impediría estar juntos en las demás vidas. 


— Te amo - recitaron al unisono y simplemente se besaron 


Escucharon los clicks de las cámaras, el vitoreo de sus amigos, el llanto de una que otra persona y, por supuesto, lo fuerte que latían sus corazones por la emoción de ser esposos, finalmente. 


~*~*~*

Y bueno, aquí esta la boda. Es igual de corta pero con mucho sentimiento.

Quería hacer la perspectiva de Akashi, porque me gusta pensar en él viendo a Kouki todo perfecto y siendo el amor de su vida. Así que bueno. 

Gracias por leer, espero les haya gustado <3

Un mes AkaFuri (yaoi)Where stories live. Discover now