depressie (ym)

Omnisciente

-YoonGi, acuéstate bocabajo-pidió su novio dulcemente.

El mayor se acostó sin siquiera cuestionarlo. JiMin comenzó a recorrer su espalda con las yemas de los dedos de forma lenta y sin ejercer presión alguna, poco a poco aumentó la presión.

-¿Qué haces?

-Te doy un masaje para que te relajes y pongas tu mente en blanco-sonrió con tristeza.

-JiMin...

-Tú me has hecho masajes antes, déjame devolverte el favor-aplicó demasiada presión causando un estremecimiento del mayor.

-Te falta la música relajante y los aromatizantes...-JiMin se levantó rápidamente de la cama y en su celular puso una playlist con música para meditar y roció algo de loción en su habitación para volver con su novio y masajear sus hombros.

-Listo-sonrió satisfecho ante la mirada sorprendida del mayor que mantenía la cabeza ladeada.

-Eres un ángel, en verdad-cruzó sus brazos y escondió su rostro sabiendo que su novio se sonrojaría.

-¿Por qué disfrutas tanto avergonzándome?

-¿Por qué disfrutas tanto mi lado cursi?

-¿Por qué me retas todo el tiempo?

-¿Por qué no soportas perder frente a tu novio?

-¿Por qué... por qué...

-Gané otra vez; me debes una cena-YoonGi se proclamó vencedor.

El inocente masaje de JiMin se convirtió en algo más, era de esperarse considerando lo libidinoso que era el pálido, aunque el menor no podía quejarse en lo absoluto.

Conversaron un rato antes de que la madre de NamJoon llegara a casa y les invitara a cenar a ambos en un restaurante cercano.

-Mi padre dijo que era una vergüenza para los Min, nunca voy a olvidar la manera en que lo dijo-la ira le consumía.

-Lo lamento.

-Me alegra que me dijera lo que pensaba, al menos tuvo la decencia de decirme aquella oración, mi madre no tuvo palabras. Me duele que mi familia me dé la espalda, pero más me duele el darle una importancia que no merece.

-Son tus padres, es normal-suspiró el menor.

-JiMin, no mereces tener a alguien como yo en tu vida, todo el tiempo estás preocupado por mí... Mereces alguien emocionalmente estable...

-Eres un idiota, y te amo, eso es lo único que deberías tener en mente-pasó de estar recostado junto a él, a estar sobre él y abrazarlo.

-¿Qué hice para merecerte?-su voz se cortó.

-Eres lo mejor de mi vida, Min YoonGi. Algún día quiero casarme contigo y tener una familia. Nos veo viviendo en un país donde nuestro amor sea bien visto, con un gato que nuestro hijo perseguirá cuando pequeño, tendremos un jardín grande y pondremos un columpio en un árbol, que seguro YoonJi amará. Lo llevaremos al parque y cuando lo dejemos en la escuela por primera vez, apuesto todo lo que tengo a que lloraré y tú dirás que soy un dramático, le enseñarás a tocar el piano y yo le enseñaré a cantar y a bailar, será el más talentoso de su clase, y entonces conversaremos acerca de nuestro día en el trabajo y nuestro hijo, y le contaremos nuestras anécdotas de juventud y lo que hacíamos cuando niños-se detuvo abruptamente al darse cuenta de todo lo que estaba diciendo.

-Tienes todo planeado y ni siquiera me consultaste para elegir el nombre de nuestro hijo-un par de lágrimas que se le escaparon fueron removidas por el pulgar del menor-; tu plan es perfecto, aunque no sé si quiero un gato, pero sí sé que quiero un futuro donde tú estés. Aunque vivamos debajo de un puente, si estás tú, seré el más feliz.

-Quiero estar contigo hasta que muera, quiero dedicarte mi vida, quiero cuidarte y preocuparme por ti. Permíteme hacerlo, permíteme amarte hasta el último día de mi existencia-se sonrojó ante lo dicho.

-¿Me estás pidiendo matrimonio?-YoonGi rió entre lágrimas.

-Eso parece, aunque no tengo ningún anillo...

-Tienes demasiados anillos-le interrumpió.

-Bien, te daré uno-se quitó el único anillo que tenía entre sus dedos-. Este es mi favorito, lo he tenido por mucho tiempo, y ahora quiero que lo tengas tú, porque sin tener que pedírtelo, creo que ya aceptaste casarte conmigo.

-Eres el único con el que quiero casarme, nadie me había causado tal deseo-lo besó dulcemente.

-Espero que tus padres hayan aceptado lo nuestro para entonces, quiero que estén en nuestra boda.

-¿No les tienes rencor por lo que te dijeron? Yo no puedo pensar en ellos sin sentirme furioso-suspiró cansado.

-Nunca voy a olvidar lo que me dijeron, pero lo que me hicieron sentir, sé que lo superaré, o al menos lo intentaré por nosotros-un tierno beso esquimal hizo sonrojar al mayor.

-Eres el ser más hermoso de este universo-una lágrima escapó de los ojos de JiMin ante la vista del mayor sonriendo ampliamente.