Destiel: Salvado

Capítulo 4 : Una nueva oportunidad.

Dean despertó en un lugar oscuro, se asustó al darse cuenta que estaba encerrado en una especie de caja de madera y de inmediato se dio cuenta que estaba enterrado. Gritó desesperado al saber que moriría si no salía ya mismo. No quería volver al infierno, un lugar al que sabía volvería si moría, entonces comenzó a patear intentando inútilmente escapar.

De pronto se detuvo y se puso a meditar su situación.

« Si estaba enterrado ¿Cómo era posible que pudiera respirar?»

Como si alguien cayera en la cuenta de ese pequeño detalle, comenzó a faltarle el oxígeno y usando una fuerza que no sabía que tenía, comenzó a rasgar la madera hasta que al fin pudo romperla sin saber exactamente cómo lo había logrado; lo malo, fue que inmediatamente le cayó encima la tierra de su tumba haciendo que tosiera y doblegara sus esfuerzos por salir de ese aterrador lugar.

Dean sentía que le urgía ver a alguien, pero no sabía a quién. Sam vino a su mente, pero algo le decía que no era a él a quien necesitaba encontrar. Mientras arañaba la tierra en busca de la salida, pensaba en lo afectado que estaría Sam por su muerte y ni pensar en Bobby quien siempre aparentaba ser el duro de los tres, pero que era el que más sufría con los pesares que aquejaban tanto a él como a Sam.

Sin embargo, seguía con la sensación de haber olvidado algo importante y la desesperación por intentar recordar lo comenzaba a consumir.

Le costó mucho, pero logró salir de su tumba y una vez libre de ese horrible lugar, sintió el golpe de la luz del sol al caer no solo en su rostro sino que calentó todo su cuerpo haciendo que un recuerdo escondido volviera a él, pero así como quiso emerger, se esfumó evitando que recordara del todo. Esa sensación de pérdida le produjo una angustia que no supo explicar y la sensación de haber perdido a alguien importante volvió a él con más fuerza.

Algo aturdido por sus caóticos pensamientos, comenzó a caminar casi sin rumbo, a medida que avanzaba en la carretera más reconocía el camino y eso lo infundió de ánimo para seguir adelante. Intentó razonar acerca de su anhelo por ese alguien y llegó a la conclusión que quizás se trataba del deseo por ver a su hermano lo que le tenía angustiado y confundido, aunque en el fondo, sabía que eso no era tan cierto.

No supo bien cuanto caminó, pero al llegar a una estación cerrada, se metió y buscó la forma de saber por cuánto tiempo se había ido. Así fue como se enteró que habían pasado cuatro meses en el mundo desde su muerte. Intentando despejar la mente comenzó a saquear la tienda, necesitaba comer y tenía sed y cuando se suponía que tenía todo lo necesario se detuvo a ver unas revistas de unas mujeres provocándole una sonrisa y deseó tener una en ese momento.

Sus pensamientos no pudieron seguir adelante porque un fuerte sonido casi le rompe los tímpanos, gritó ante el dolor que sintió e intentó proteger el lugar con lo poco que tenía a mano, no sabía si era un demonio o el que lo estaba atacando en el lugar donde estaba.

De pronto, esa sensación familiar siempre presente desde que volvió se hizo más fuerte, él estaba a punto de recordar algo importante cuando todo reventó a su alrededor y Dean sintió que moriría en ese lugar alejado de todos los que amaba.

Cuando el sonido terminó y Dean se recuperó de ese extraño suceso, decidió ir en busca de Bobby. Al encontrarlo y después de pasar por muchas pruebas y comprobar que él no era ningún ser paranormal ni demonio ni nada fantasmal, fueron a buscar a Sam quien al ubicarlo descubrieron que había estado con una chica pasando el rato y no llorando en los rincones por la ausencia de su hermano como debió haber sido.

Con la chica fuera de escena y ya una vez juntos los tres, Dean les pudo mostrar la marca de una mano que tenía en uno de sus hombros, les explicó que al parecer alguien lo había sacado del infierno y que no recordaba nada de ese suceso. También les contó sobre lo sucedido en la estación cerrada. Entonces, investigaron hasta quedar total y extremadamente cansados; al final, lo único en lo que estaban seguros y de acuerdo, era que ese ser debía haber sido uno muy poderoso para poder haberlo sacado del infierno.