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A pesar de estar quejándome la última hora por culpa de lo tarde que se iba a realizar la subasta, valió la pena. No puedo creer que me vaya tan pronto de este sitio, creía que no encontraría a nadie que llamaría mi atención pero este chico....está que arde.

En la tarima improvisada estaba de pie un híbrido de perro con piel levemente tostada, se ve que es diferente, tiene el pelo negro y la mirada hacia abajo lo hace totalmente tierno. Nunca he visto un híbrido igual, este tiene un aspecto único; apunto de subir mi mano para decir mi cantidad de dinero y llevármelo a mi casa una voz me interrumpe.

—¡50.000! –no voy a permitirlo, me encantó tanto que daría todo mi dinero– pero 50.000 wons, está bastante feo.–esto hizo reír a los demás estúpidos.

Me hervía la sangre con solo escuchar esa absurda burla, el chico en la tarima era en si, hermoso; no logró comprender como alguien puede ser tan cruel para alimentar su propio ego. Al ver a quien hizo la broma de mal gusto no dudé que era un mocoso, un niño de papi que seguro lo sacarían a patadas si no tuviera el dinero que tiene.

—Un millón de dólares. –no cago dinero pero con mi trabajo de actor me va bien, así que esa cantidad no me dejaría sin comer. Con todo mi orgullo me levanto de mi asiento para ver con mi expresión enfadada y disgustada hacia los demás, me dirijo para ver al muñeco que me espera junto a Yoongi.

—Aleluya Jimin, ya tienes a alguien. –se burló.

—Aish cállate hyung. –le entregó el dinero.

—Solo te digo una cosa, se que eres un terrible dolor de diabetes pero si le haces algo te rompo los dientes. Él es Namjoon –señaló al atractivo chico– y a sufrido mucho maltrato, cuidalo. –se marchó con el dinero en mano.

Le tomé de la mano y me miró con el ceño fruncido sin apartarse de mi. Voy a la salida, nos dirijo a la salida para ir a buscar un taxi; al esperar parados en la cera suelto su mano e intento hacer una conversación, nervioso paso mis manos por mi rubio cabello.

—Así que Namjoon ¿verdad?

—Sí –está nervioso, puedo percibirlo.

—Me llamo Jimin. –le regalo una sonrisa para que aleje un poco el nerviosismo– eres muy lindo.

Me mira con grandes ojos, su mirada me hace sonrojarme, parece estar sorprendido sin embargo me responde.

—Gracias...usted igual. –en este momento eramos los dos que estábamos sonrojados

Subasta; ×Papi×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora