INTRODUCCION

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Los muros de concreto temblaban tras cada sacudida, todos se miraban los rostros en vueltos de tristeza. ¿Cuándo será el día en que todo esto acabe? se preguntaba más de uno ¡Hasta cuando! gritaban desde su interior sin pronunciar una sola palabra.

Los niños más pequeños permanecían en los regazos de sus madres envueltos en mantas que no cubrían sus pies, por otro lado, los ancianos recostados en sus equipajes y otros en el suelo trataban de conciliar el sueño, era una escena muy triste de observar.

Mientras las mujeres y niños se resguardaban bajo Bunkers antiaéreos, Sally Baderguten escuchaba la radio bajo las cobijas.

- ¡Han bombardeado Dortmund! repetimos ¡han bombardeado Dortmund! ¡aviones bombarderos cerca de las 12 horas han sobrevolado la ciudad! ... Sally tenía el radio pegado a su oído derecho mientras cerraba los ojos y trataba de escucharlo todo más claro. De un momento a otro las cobijas que la arropaban quedaron por el piso luego de que su madre las halara de un solo tirón.

- ¡Sally! ¡presta para aquí ese radio!

Tomó a la niña por la oreja y terminando de bajar las escaleras la condujo directo al sótano, ¡muchachita esta! - mencionaba cada cuatro escalones. Abrió una clase de armario ubicado junto a una pequeña rejilla y un mueble destartalado y la encerró en este, tomo el juego de llaves y lo deposito en la bolsa de su mandil.

- Te quedaras aquí hasta que aprendas a obedecer a tu madre.

EL SILENCIO DE LA GUERRAWhere stories live. Discover now