No te dejes llevar

capitulo I

Sentía un gran vació en mí, acompañado de un frio electrizante, quizá son los sintomas de la soledad. Nunca se imagine que a mi edad hiciera algo así, es algo pátetico, pero no encontraba la manera de desahogarme.
Me levanté de la cama directo a la mesa donde se allaba una de tantas libretas que habian sobrado de los útiles escolares, mi madre compró muchas, quizá  no recordaba que ya no iva en la primaria y por ello no necesitaba tantas.

Empecé por poner la fecha y hora, realmente no tenía experiencia con eso, no sabía que poner o como hacerlo, pero aún así seguí escribiendo.

Lunes 15 de Mayo

9:30 p.m.
Querido diario, no sé como empezar esto, pero quiza escribiendo lo que siento logre desahogarme, no tengo la confianza de contar mis problemas y aún peor no tengo a nadie con quien siquiera platicar de algo que no sean tareas ó trabajos.

A pesar de llevar casi 3 años en la misma escuela la mayoria de mi clase ni tan solo sabe que vivo a 1 km del colegio. Hasta hoy cuando mi equipo de trabajo no sabia donde hariamos la maqueta de biologia contemporanéa, pero becca la chica que siempre viene a conseguirme los trabajos les dijo que la hicieramos en mi casa, pues estaría más cerca para llevarla al colegio. :(

En toda mi vida sólo he tenido un mejor amigo, Charlie, que al cumplir 12 años se mudo con su madre a otra ciudad , pues sus padres se divorciaron. Lo extraño mucho.

Casi nunca salgo, la última vez que lo hize fue con mi prima, necesitaba quien la llevará en el coche y fui su unica opción.
Lo único que hago en las tardes es leer, navegar por internet ó ayudar en el pequeño hotel del que son dueños mis padres. Mi vida es pátetica.

Al recordar a Charlie me sentí demaciado triste como para seguir escribiendo, él me dejó y apesar de saber su dirección nunca me buscó o escribió, yo no lo hicé porque jamás supe a donde fue.

Me pase las manos por la cara, restregue mis ojos, los cerré e intente dormir.

Escuchaba entre sueños el sonido de la alarma al igual que la voz de Caty, ella hacia lo que Martha nunca hizo por mi, llegó hace más de diez años y siempre fue de lo mejor, la quiero demasiado.

—Despierta llegarás tarde de nuevo. —gritó mientras me quitaba las cobijas de ensima.—y ya no quiero volver a ir al colegio a hablar con tus maestros.

A causa de sus trabajos, mis padres nunca tenian tiempo para estar en casa y menos para mí, asi que consideraron poner a Caty como mi tutora en el colegio.

—Está bien, está bien, pero solo cinco minutos más ¿si?. —me volvía a envolver como un niño entre las sábanas. —Hoy entro tarde.
—¡No es verdad!, ya levantate.—
—Muy bien Caty. —me levanté de un salto (si no lo hacía, iva a seguir insistiendo), y fui directo a bañarme y vestirme.

Mientras sentia el agua recorrer mi cuerpo, recordé que tenia que llevar la maqueta que entre Alice y yo hicimos, pues Becca y Julian solo se la pasaron riendo entre ellos. Creo que Alice sintio un poco de lastima al verme trabajar solo, porque después se unio a mi; aunque Becca se enojó, ya que no le prestaba tanta atención a su parloteo.

Siempre me vistó rapido, sólo me pongo un jeans, cualquier playera, unos vans negros y listo. Lo dificil es tener que aguntar el sermón de Caty acerca de que debo terminarme todo el desayuno, que por ue es la comida mas importante del día, que me ará bien, etc.

—¡Adios Caty! —le grité, mientras bajaba corriendo los escalones que llevan a la estancia y dirigirme a la salida.
—¿Cómo que adios? ¿No desayunarás?. —e contesto algo enojada mientras se dirigia a mi.
—No, ya es tarde. —le di un beso en la frente y salí corriendo.