Beautiful [NaHyo]

Beautiful

Nayeon siempre estuvo enamorada de Jihyo. La primera vez que la beso, lo hizo cuando ella estaba llorando. En ese entonces eran trainees, unas chicas se habían burlado de ella, decían que era demasiado fea y gorda como para pensar en ser idol. Jihyo había hecho como que todo estaba bien hasta que ellas se fueron y quedaron solas ellas dos en aquella sala de práctica. Ella estaba recostada contra el espejo, todo el tiempo había estado evitando verse en el. Nayeon lo había notado, pero no dijo nada e intento hacerla sonreír durante todo el día, pero había fallado terriblemente.

Se arrastro hacia su lado, porque si, quería eliminarla tristeza de Jihyo, no soportaba verla así. Cuando Jihyo alzo la vista, se quedo sin palabras y lo único que se le ocurrió fue juntar sus labios formando así un beso torpe. Quizá no fue el mejor primer beso, pero al menos, le había sacado ese pensamiento pesimista de la cabeza de Jihyo.

La primera vez que hicieron el amor, Nayeon deseaba mostrarle a Jihyo lo bello que podía llegar a sentirse atrapada dentro de ese cuerpo que la menor tanto detestaba. En ese momento estaba preocupada por no arruinarlo y al mismo tiempo distraída por su propio placer, quería que fuera especial para Jihyo. En ese momento había perdido la cabeza cuando la menor susurraba su nombre, extasiada.

Cuando terminó todo, ellas quedaron recostadas, riendo y diciendo estupideces como las idiotas que eran. En ese momento, Nayeon las cubrió a ambas con una frazada. Jihyo estaba sonriendo y ella amaba verla sonreír de ese modo, su sonrisa iluminaba su vida. Nayeon mordió juguetonamente una de sus mejillas, susurrando que les gustaban mucho. Pero eso pareció caer como un balde de agua fría sobre su cabeza.

Todos sabían que Nayeon y Jihyo eran algo, pero nadie preguntaba mucho. Sus compañeras de grupo eran comprensivas, no las juzgaban y las querían mucho. Las miembros de Twice se habían convertido en sus amigas y hermanas.

Nayeon y Jihyo lograron cumplir su sueño de ser idols. Un sueño que habían compartido y vivido juntas desde que se conocieron.

El grupo se encontraba ensayando. Las chicas se encontraban maravilladas con la bella voz de Jihyo que en ese momento estaba ensayando una de sus canciones. Cantaba y bailaba a través de la sala de prácticas. Ella lucia feliz, con mucha seguridad y llena de encanto. Como si el mundo fuera solo suyo. Nayeon tenía sus sospechas del motivo y había llegado a tener sentimientos encontrados.

Le gustaba que su novia estuviera feliz y luciera tan segura de sí misma, pero si eso se debía a una drástica pérdida de peso de alrededor de 10 kilos, no sabía si podía sonreír con tranquilidad al comer pensando en todo el sacrificio que tuvo que hacer Jihyo. La había visto evitar todas esas cosas dulces que a ella tanto le gustaban y de comer lo que normalmente comía. No solo eso, sino que muchas veces se saltaba las cenas.

—Nayeon, ¿crees que luzco bien? —pregunto durante la prueba de vestuario. Iban a grabar un comercial para una marca de agua.

La mayor miro fijamente a Jihyo, estaba usando un short y una camisa azul que mostraba su abdomen. Para Im Nayeon, Park Jihyo siempre había sido hermosa, incluso si pesara 40 kilos o 100, no habría diferencia ante sus ojos. Se acerco a ella y la abrazo, porque no sabía qué hacer. No quería alentar aquel comportamiento destructivo, no quería que se siguiera privando de lo que le gustaba comer, pero no podía desmerecer el esfuerzo que estaba haciendo.

—Siempre has lucido bien, Jihyo, siempre has sido hermosa.

No era una historia que tuviera un final feliz, ni siquiera un final triste. Porque su esfuerzo por recordarle a Jihyo su hermosura, era una misión cotidiana. Mientras que Jihyo se esforzaba por cumplir los estándares sociales, estaría en medio de ese pantano que la consumía hasta que se diera cuenta que nada de lo que pensaran de su cuerpo era importante.