El timbre suena un par de veces, resonando en todo el lugar, llamando la atención de Amelia que de inmediato suelta el creyon y deja de colorear para levantarse a ir abrir la puerta, rápidamente Jade la sigue, sabiendo perfectamente que no logra alcanzar la manilla.
Una bonita rubia aparece en la puerta cuando Jade la abre y no pasan más de cinco segundos para que la niña abrace sus piernas con estusiasmo.
-¡Perrie!-exclama con su dulce vocesita llena de felicidad.
-Hola hermosa Amelia-Perrie besa su mejilla fuertemente-. Perdón por avisar que venía, solo vengo de pasada.
-No te preocupes, pasa-la castaña sonríe y se hace a un lado para que la chica pudiera pasar.
Perrie toma a la niña entre sus brazos y camina con ella hasta la sala de estar, donde anteriormente Amelia estaba dibujando.
-Espero que no te importe quedarte con ella mientras sigo haciendo el almuerzo-Jade cierra la puerta y les sigue los pasos.
-No te preocupes, está en buenas manos.
Jade sonríe una vez más, sintiéndose nuevamente hinoptizada por sus ojos, cosa de la que Perrie parece darse cuenta y totalmente avergonzada, Jade decide retirarse una vez que vio a su pequeña charlar con su nueva amiga. No podía negarlo, era hermosa, sus ojos eran el mismo cielo y su cabello... Oro puro, se río al recordar cuando su pequeña la comparó con una princesa de Disney.
-Está eres tú-la niña le mostrue el dibujo que estaba haciendo, una pequeña muñequita con vestido azúl y a su lado, una niña con un vestido rosado, de fondo se observaba un castillo y... ¿Una princesa dentro de el?-. Mamá es la princesa encerrada en el castillo y tú y yo vamos a rescatarla.
-¿Te gustan mucho las princesas?-la pequeña asiente frenéticamente-. Tengo un regalo para ti
La rubia saca de su bolso un paquete envuelto en papel de regalo, Amelia apenas lo ve, lo tomo emocionada. Al abrirlo se encuntra una pequeña versión del vestido de Bella y una bonita corona sobre el.
-Tu te pareces mucho a Bella, por tu cabello y ojos...-Perrie observa a la pequeña niña con dulzura cuando coloca torpemente la corona sobre su cabeza.
-¿Y mamá?, ¿Que princesa es?-la niña pregunta inocentemente.
-Uhm-Perrie parece pensarlo-. Anna
La niña hace una cara sorprendida tapando su boca con su diminuta mano.
-Mamá ama esa película-la pequeña ríe balanceándose de adelante hacia atrás-. ¿Me acompañas a ponerme mi vestido?
-Claro-la rubia la toma de la mano y la sigue hasta su habitación, una vez dentro la ayudo a sacarse su ropa para ponerse el traje.
-Perrie-la niña la mira con timidez-. ¿Crees que si logres ser mi otra mamá?
Amelia tenía muchas curiosidades, Jade le había contando sobre su otra mamá, pero nunca había mencionado que sucedió con ella. La pequeña no lograba entender porque ella tendría dos mamás, pero había visto a su mamá llorar por las noches y se sentía triste por no hacerla completamente feliz y tener una familia, pensó que era lo mínimo que podía hacer, después de todo, la castaña había hecho lo imposible para llegar hasta la posición en la que estaban para que ella tuviese una vida, su mamá también merecía ser feliz, quería otra mamá, hermanos con los que jugar; una familia.
-¿Por qué te interesa tanto una novia para tu mamá?-Perrie se atrevió a preguntar.
-Mamá no es feliz-la niña hace un pequeño puchero-. Tú eres linda y me quieres, serías una buena mamá.
