Una Semana En Yandere Simulator

Capítulo 7 [Martes por la tarde]

  *Yoshiro POV*

A penas era la hora del almuerzo y yo ya quería salir corriendo del puto salón, ir al club de ocultismo y ofrecerme a mi mismo como sacrificio humano para que esos tipos pudiesen invocar algo por primera vez en toda su puta vida.

¿La razón de mis deseos suicidas? Pues era la puta carta del puto "monokuma" que estaba escondida en mi puto cuaderno de psicología...

Hemos aumentado el nivel de dificultad del juego. ¡Felicidades! ¡Tu también tendrás a un yandere detrás tuyo! Para completar exitosamente el juego tendrás que asegurarte que Taro Yamada este sano y salvo por la tarde del viernes para que confiese sus sentimientos a ti.

Con eso ya sabes tus retos:
1. Sobrevivir la semana.
2. Asegurarte que Taro Yamada también sobreviva.
3. Tener suficientes eventos para lograr la confesión.

¡Buena suerte!

¿Really nigga? Pinche monokuma puto, mejor me hubieras dejado en algún jodido juego de Danganronpa, allí tengo muchas más probabilidades de ganar que aquí.

Si de por sí ya era difícil sobrevivir a los celos de un yandere *inserte meme de "es el reto suicida" aquí*, ahora de sólo imaginarme que también tendré que encargarme de la protección de otro cabrón (que aún después de 10 putas semanas aún no se había dado cuenta de que era víctima de un acosador psicópata que lo quiere partir por la mitad y no precisamente con una motosierra)  era suficiente para desear ir a la azotea, tirarme yo mismo de cabeza y ahorrarle todo el esfuerzo a Yan-kun.

Suspire tratando de traerle un poco de paz a mi mente y seguí mi camino, se supone que había ganado un "Yandere" así que mientras caminaba por los pasillos miraba discretamente por los alrededores para detectar si había alguien siguiéndome o mirándome de más.

Ummm....aún nada, la mayoría estaban ocupados en sus propias cosas y no me prestaban atención.

Bueno, apenas era el segundo día, dudo que el o la yandere se muestre tan abiertamente, así que mejor espero un poco a ver que pasa.

Al llegar a donde se suponía que estaba el club de ocultismo me encontré con que estaba bloqueado...Uy, al parecer ALGUIEN (coff coff Yandere-kun coff coff) estuvo un poco activo estas últimas semanas.

Pues ni modo, mi suicidio tendrá que esperar.

Me di la vuelta para largarme de allí pero un grito me detuvo.

—¡Espera Yoshiro-kun!— gritó una voz conocida, era Taro que estaba tratando de alcanzarme.

—"¿Y ahora este que putas quiere?"— pensé con fastidio, oficialmente estoy pensando que el suicidio no es tan malo.

Lo iba a ignorar y seguir mi camino, pero luego recordé lo que estaba escrito en la carta:

"Debes lograr suficientes eventos"

Fruncí el ceño, esa condición elevaba drásticamente la posibilidad de ser masacrado por Yandere-kun, pero ni modo, todo sea por volver a mi mundo. Me quede parado esperándolo hasta que me alcanzase, cuando finalmente llegó hasta a mí se dobló apoyando sus manos en sus rodillas para recuperar el aliento, al parecer estuvo corriendo por un buen rato.

—¿Pasa algo?— le pregunté viendo como se recuperaba, ¿quien sabe? capaz y mi "Yandere" ya había empezado sus planes para eliminar a Taro y yo ni en cuenta.

—N-nada— respondió y más recuperado, se enderezó y se rió algo nervioso— Sólo me preguntaba si quisieras almorzar conmigo, últimamente estuve comiendo el almuerzo yo solo y eso es un poco deprimente.

Mi primer impulso fue rechazar, pero necesitaba esos malditos "eventos" y posiblemente comer con Taro sea uno de ellos, así que no tenía mas opción que aceptar.

—Esta bien, ¿en donde? — pregunté aceptando.

—¡Oh! Pues...emm...¿qué tal en la azotea? 

—Ok— dije encogiéndome de hombros, no me interesaba que lugar propusiese, igual solo era un evento...solo rezo porque nuestros yanderes no estén cerca.